Aunque eso parezca egoísta
En una relación de amistad el compañero espera que el otro se dé íntegramente; y cuando eso no sucede, la decepción puede destruir toda una historia de compañerismo.
La realidad es que existe una falsa creencia que dice que los verdaderos amigos no tienen límites de sentimiento y de ayuda de uno hacia el otro. La verdad es que “muchas veces, para que nos demos por entero hacia el otro, es necesario pasar por encima de lo que consideramos ético y lo mejor para nuestras vidas, pudiendo llegar a perjudicarnos. Eso indica que no estamos más en una relación saludable y respetuosa y es muy probable que
en un momento dado eso debilite los vínculos de la amistad”, explica la psicóloga Priscilla Araújo.
Poner algunos límites puede sugerir egoísmo y enemistad, pero esta imposición no es maléfica sino consideración a la individualidad. “Es un acto de respeto y de coherencia con nuestra verdad y genera bienestar y tranquilidad”.
Cuando no ponemos límites en nuestros vínculos, sean de amistad, amorosos, profesionales, o incluso familiares, estamos negando una verdad que hay en nosotros lo cual generará un conflicto entre aquello que realmente somos y queremos, con aquello que el otro espera de nosotros. “Tarde o temprano es muy probable que haya consecuencias negativas en nuestras amistades, como exigencias basadas en expectativas indebidas y de falta de respeto hacia nosotros y hacia el otro”, define la psicóloga.
Pero ¡atención para imponer estas barreras!, no es necesario ser brusco ni faltar el respeto. “Podemos actuar con nuestra verdad y al mismo tiempo respetar y comprender que el otro no comparte la misma opinión. Es posible decirle no a nuestras amistades y continuar amigos”, destaca.
Entre el hombre y la mujer
Muchos no creen que pueda existir amistad entre hombre y mujer. El respeto y la sinceridad que valen en cualquier vínculo, en este caso, también son características importantes. “Respetar nuestros límites y ser verdaderos con nuestros deseos, nos ayuda a ser coherentes en nuestras actitudes y preservar nuestros vínculos”.
Sin embargo, no podemos negar que entre un hombre y una mujer pueden existir deseos diferentes de otros tipos de relaciones, propios de la naturaleza humana. “en el caso que surja en medio de una relación de amistad, sentimientos con otras connotaciones, nada mejor que actuar con honestidad y respeto. Eso generalmente preserva una relación”, finaliza Priscilla Araújo.