Obispo, recientemente estuve oyendo la y me hizo reflexionar sobre cómo estaba mi vida hace algunos años. Me hizo recordar que soy fruto de esta Obra hace 3 años, cuando participé de la
. Quiero agradecerle a la Iglesia Universal por existir y por ganar mi alma para el Señor Jesús.
Normalmente, a fin de año, reflexionamos sobre lo que fue hecho durante todo ese tiempo. Estuve recordando algunas cosas que me hicieron comprender otras. Dios abrió mi mente hacia otro entendimiento. Pues, nuestra visión del Mundo Espiritual se amplía cuando estamos conectados 100% con Él. El Propio Dios nos da Sus pensamientos, ¡qué magnífico!
No hay nada mejor que la Plenitud del Espíritu Santo en mi vida. Y cuando Lo recibí fue tan glorioso que sería imposible describirlo. Dios no puede ser descripto. Él no Se define en ningún momento en la Biblia, solo dice “Yo Soy El Que Soy”.
Escribir sobre Él es querer definirlo. Escribir sobre mi relación con Él, sí, es definir lo que soy, en lo que Él me tornó cuando Lo encontré. ¡Y no hay mayor placer!
En el 2017, por la misericordia del Señor Jesús, realicé cosas que nunca imaginé que lograría o que iba a querer y poder. No me imaginé tener la fuerza que tengo. Nunca imaginé trabajar en la Obra de Dios, haciendo lo que hago hoy. Ganando almas de diversas maneras, las cuales imaginaba imposible.
Me quedé pensando… mire la mente, el entendimiento, las ideas, las inspiraciones que Dios les dio al obispo Macedo y a los demás, posteriormente, que vienen haciendo que toda esta Obra avance, con proyectos y grupos increíbles. Dije: Mi Dios, todos podemos tener esta mente y este discernimiento, yo puedo tenerlo. Todos nosotros podemos hacer incluso más que ellos, si tuviéramos la misma visión de ellos. La visión del Altar. La visión del Propio Dios. La visión del Yo Soy.
Melissa Marques