Padres trabajando tiempo completo, hijos en escuelas y en diversas actividades durante todo el día. ¿Qué momento hay tiempo para la conversación y convivencia familiar?
Según la psicóloga Margarete Volpi, cuando se vive en grandes centros urbanos, la dinámica de vida es muy acelerada y todo coopera para que las familias tengan poco tiempo para estar juntos. “Estar en la mesa es importante para que todos compartan cómo será el día o cómo fue. Por lo menos en algún momento, la familia tiene que lograr ser una familia, porque este contexto, donde todos están juntos permite que cada una de esas personas tengan la sensación de estar en el nido, de pertenecer a algo, que es la familia de origen.”
Y esta cercanía influye en el crecimiento personal y en la formación del carácter, ya que cada uno tendrá la oportunidad de observar al otro. “Tener una relación familiar cercana posibilita, por ejemplo, que el hijo observe los gestos del padre y de la madre, lo que es bueno de uno y del otro. Si la familia comparte alguna comida, es más fácil establecer reglas y necesario, para no convertirse en una familia desconectada”, explica Margarete.
Según explica, en los grandes centros urbanos, los niños tienen muchas actividades, lo que en verdad es una forma de ocupar el espacio que sería de los padres. “Eso no sucede en las pequeñas ciudades, donde los hábitos son muy simples y existe menos diversión afuera que dentro de casa.”
Por este motivo, la psicóloga destaca que las familias que viven en grandes ciudades deben esforzarse al máximo para estar cerca uno del otro. “Los padres deben cultivar la vida social dentro de casa. Para eso es importante que los hijos traigan sus amigos a casa y, si eso comienza desde temprano, el niño también lo hará en la adolescencia.”
Además de mantener la vida social conectada con la familia, es de suma importancia encontrar un tiempo para que todos se dediquen a estar juntos. “Existe posibilidad para todo. Si por la mañana no llegan a estar juntos en la mesa, por los diferentes compromisos que tuvieran, a la noche, lleguen todos cerca del mismo horario, y será posible cenar. Todo es probable de alguna forma, si existe el deseo de estar juntos. Pero no es difícil, basta ponerlo en práctica”, finaliza Margarete Volpi.