Carina Gattoni fue adicta durante 24 años, en los que consumió alcohol, cigarrillos, marihuana y cocaína. Hoy cuenta su historia y cómo la ayudó el Tratamiento de la Cura de los Vicios: “Vengo de una familia en la que había peleas y discusiones, a mi papá le gustaba tomar y jugar, y tanto él como mi mamá fumaban.
A mis 9 años mis padres se separan, nos quedamos con mi papá y, dos años después, me fui con mi mamá. Ella estaba mal por la separación y empezó a salir a bailar, como no podía dejarnos con nadie nos llevaba a los boliches. Fui por primera vez a uno con 11 años. Ahí era la chica de los mandados, me mandaban a comprar los tragos y, de paso, tomaba. Había cigarrillos, drogas, y de a poco fui probando todo.
Empecé con el alcohol, siguió el cigarrillo, pero como no era suficiente, probé marihuana, después cocaína, pastillas, lo que venía. Nada me daba paz, era horrible.
Consumir genera muchos problemas, había que conseguir dinero para comprar drogas, el carácter de uno cambia, uno pasa a tener problemas con todos, porque pasa a sentirse la víctima y cree que los demás son los malos, pero la mala era yo. Pegaba, me agarraba a piñas hasta con hombres, mi boca era una letrina, no me importaba nada. Llegué a estar con hombres a cambio de drogas. Era una locura. Perdí mi dignidad debido a los vicios.
La verdad es que uno se siente una basura cuando pasa el efecto de las drogas, es muy humillante darse cuenta de lo que uno hace. De los 11 años hasta los 35 consumí todos los días, viví 24 años en la oscuridad. Es difícil porque uno siente que nadie lo entiende, uno no se quiere drogar pero tampoco puede decir que no. Es muy difícil que alguien que no se droga entienda al que sí lo hace, porque se vive una lucha interna terrible, inexplicable.
La droga que más me esclavizó fue la cocaína. Es una droga que siempre pide más, uno se cree capaz de todo al consumirla, pero cuando se va el efecto uno se siente la peor basura del mundo. Para colmo, me decían que era la oveja negra de la familia, que no tenía solución y era un caso perdido.
Recuerdo que cierta vez fui a comprar drogas y el que me iba a vender me apuntó con un arma y me dijo que me sacara la ropa porque me iba a violar, ese fue el peor momento de mi vida. Aun así, seguí consumiendo. Dije mil veces que no iba a consumir más, pero el deseo era más fuerte.
Conocí el Tratamiento de la Cura de los Vicios y fue fabuloso, pensé que jamás iba a poder salir de los vicios, creía que iba a consumir menos, pero que nunca iba a dejar de consumir. Pero hice el Tratamiento y nunca más consumí nada, no hay más vicios en mi vida.
Hoy soy una persona feliz, no tengo ningún tipo de vicio, disfruto a mi familia, me valoro como mujer, como esposa y madre. Conozco mi potencial y sé que lo puedo explotar, no hay nada que me impida alcanzar lo que quiero”.
Participe usted también de la reunión de la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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