Hay 3 oraciones que a Dios Le gusta responder más que otras:
- La primera es la oración de arrepentimiento, cuando confesamos nuestros pecados y Él nos perdona.
- La segunda es cuando buscamos al Espíritu Santo para salir de la condición de criatura problemática, indefinida, confusa, vengativa, y volvernos hijos de Dios por medio del bautismo con el Espíritu Santo.
- La tercera es la oración que a Él más Le gusta responder, es la que hacemos por nuestra vida amorosa, por nuestro matrimonio, la que los solteros hacen para que Él los bendiga con un hombre o una mujer de Dios.
- Esto se debe a que, después de la vida espiritual, lo más importante en nuestra vida es la vida amorosa. Es tan importante que el propio Dios vio que no era bueno que el hombre estuviera solo.
Está escrito así en el libro de Proverbios:
“Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida”. Proverbios 4:23
En la versión NTV, con un lenguaje más simple, dice:
“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”. Proverbios 4:23
El corazón se debe cuidar. En primer lugar debe estar la vida espiritual, nuestra relación con Dios, después la vida amorosa, sentimental, matrimonial, y luego la vida social con los demás.
Guarde su corazón. Si tiene que perdonar, perdone; si tiene que perdonarse a sí mismo, perdónese. Reaccione, observe que Dios no guarda el corazón de nadie, sino que nos revela lo que está mal para que lo quitemos, como los sentimientos de rencor, de venganza, de bronca, de inferioridad, de superioridad, que son como la basura que debemos sacar a diario de nuestra casa, porque el rumbo de nuestra vida depende de nuestro corazón. Es un realidad que las personas que más nos lastiman no son los extraños, sino los más cercanos, como la pareja, los hijos, los padres y demás, sin embargo, tenemos el poder de guardar nuestro corazón, perdonándolos y pidiendo perdón.
Obispo Júlio Freitas