Los problemas espirituales de Susana comenzaron en la niñez. Tenía pesadillas, no podía dormir y, además, sentía una gran angustia.
Al buscar la felicidad, se casó, sin embargo, los problemas espirituales se agravaron y los médicos le recetaron ansiolíticos para que pudiera dormir, sufría pérdidas de memoria y escuchaba voces. Por otro lado, estaba depresiva y era una madre que no se preocupaba por sus hijos. “Me levantaba a la mañana y ponía música a un volumen muy alto para no escucharlos jugar”, cuenta Susana.
En medio de tanto sufrimiento, al buscar una salida, creyó que al recurrir a centros espiritistas encontraría la solución para todos sus problemas, sin embargo, todo empeoró.
Además, su esposo comenzó a tomar alcohol y se volvió agresivo.
Debido a todos estos problemas, la justicia le quitó la custodia de sus hijos y Susana tuvo que irse a vivir a la calle.
Se separó y luego conoció a quien hoy es su esposo, que sufría depresión y estaba desempleado.
Susana llegó a su límite cuando a su actual pareja le diagnosticaron una enfermedad. Conocieron la Universal y ambos decidieron luchar. Luego de usar la fe, sus vidas comenzaron a cambiar. Se curaron de la depresión, restauraron su vida económica y lograron prosperar. Hoy son dueños de cinco departamentos y también tienen una familia unida y feliz.
Si usted ha enfrentado problemas y se cansó de sufrir, ¡este es el momento de intentar algo más!
Participe el domingo, 17 de febrero, a las 9:30 h, en el Templo de Fe, ubicado en Av. Corrientes 4070, Almagro. Y en todas las Universal.
Vea el testimonio: