Conocer la Biblia es muy importante para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
Números 33
1 Estas son las jornadas de los hijos de Israel, que salieron de la tierra de Egipto por sus ejércitos, bajo la dirección de Moisés y Aarón.
2 Y Moisés anotó los puntos de partida según sus jornadas, por el mandamiento del Señor, y estas son sus jornadas, conforme a sus puntos de partida.
3 El mes primero partieron de Ramsés el día quince del mes primero; el día después de la Pascua, los hijos de Israel marcharon con mano poderosa a la vista de todos los egipcios,
4 mientras los egipcios sepultaban a todos sus primogénitos, a quienes el Señor había herido entre ellos. El Señor también había ejecutado juicios contra sus dioses.
5 Entonces los hijos de Israel partieron de Ramsés y acamparon en Sucot.
6 Partieron de Sucot y acamparon en Etam, que está en el extremo del desierto.
7 Partieron de Etam, se volvieron a Pi-hahirot, frente a Baal-zefón, y acamparon delante de Migdol.
8 Partieron de delante de Hahirot y pasaron por en medio del mar al desierto; y anduvieron tres días en el desierto de Etam y acamparon en Mara.
9 Partieron de Mara y llegaron a Elim; y en Elim había doce fuentes de agua y setenta palmeras; y acamparon allí.
10 Partieron de Elim y acamparon junto al mar Rojo.
11 Partieron del mar Rojo y acamparon en el desierto de Sin.
12 Partieron del desierto de Sin y acamparon en Dofca.
13 Partieron de Dofca y acamparon en Alús.
14 Partieron de Alús y acamparon en Refidim; allí fue donde el pueblo no tuvo agua para beber.
15 Partieron de Refidim y acamparon en el desierto de Sinaí.
16 Partieron del desierto de Sinaí y acamparon en Kibrot-hataava.
17 Partieron de Kibrot-hataava y acamparon en Hazerot.
18 Partieron de Hazerot y acamparon en Ritma.
19 Partieron de Ritma y acamparon en Rimón-peres.
20 Partieron de Rimón-peres y acamparon en Libna.
21 Partieron de Libna y acamparon en Rissa.
22 Partieron de Rissa y acamparon en Ceelata.
23 Partieron de Ceelata y acamparon en el monte Sefer.
24 Partieron del monte Sefer y acamparon en Harada.
25 Partieron de Harada y acamparon en Macelot.
26 Partieron de Macelot y acamparon en Tahat.
27 Partieron de Tahat y acamparon en Tara.
28 Partieron de Tara y acamparon en Mitca.
29 Partieron de Mitca y acamparon en Hasmona.
30 Partieron de Hasmona y acamparon en Moserot.
31 Partieron de Moserot y acamparon en Bene-jaacán.
32 Partieron de Bene-jaacán y acamparon en Hor-haggidgad.
33 Partieron de Hor-haggidgad y acamparon en Jotbata.
34 Partieron de Jotbata y acamparon en Abrona.
35 Partieron de Abrona y acamparon en Ezión-geber.
36 Partieron de Ezión-geber y acamparon en el desierto de Zin, esto es, Cades.
37 Partieron de Cades y acamparon en el monte Hor, al extremo de la tierra de Edom.
38 Entonces el sacerdote Aarón subió al monte Hor por mandato del Señor, y allí murió, el año cuarenta después que los hijos de Israel habían salido de la tierra de Egipto, el primer día del mes quinto.
39 Aarón tenía ciento veintitrés años de edad cuando murió en el monte Hor.
40 Y el cananeo, el rey de Arad que habitaba en el Neguev, en la tierra de Canaán, oyó de la llegada de los hijos de Israel.
41 Entonces partieron del monte Hor y acamparon en Zalmona.
42 Partieron de Zalmona y acamparon en Punón.
43 Partieron de Punón y acamparon en Obot.
44 Partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera con Moab.
45 Partieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad.
46 Partieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim.
47 Partieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, frente a Nebo.
48 Partieron de los montes de Abarim y acamparon en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
49 Y acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en las llanuras de Moab.
50 Entonces habló el Señor a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo:
51 Habla a los hijos de Israel, y diles: “Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán,
52 expulsaréis a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos;
53 y tomaréis posesión de la tierra y habitaréis en ella, porque os he dado la tierra para que la poseáis.
54 “Y heredaréis la tierra por sorteo, por vuestras familias; a las más grandes daréis más heredad, y a las más pequeñas daréis menos heredad. Donde la suerte caiga a cada uno, eso será suyo. Heredaréis conforme a las tribus de vuestros padres.
55 “Pero si no expulsáis de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os hostigarán en la tierra en que habitéis.
56 “Y sucederá que como pienso hacerles a ellos, os haré a vosotros.”
Salmos 77
1 Mi voz se eleva a Dios, y a El clamaré; mi voz se eleva a Dios, y El me oirá.
2 En el día de mi angustia busqué al Señor; en la noche mi mano se extendía sin cansarse; mi alma rehusaba ser consolada.
3 Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah)
4 Has mantenido abiertos mis párpados; estoy tan turbado que no puedo hablar.
5 He pensado en los días pasados, en los años antiguos.
6 De noche me acordaré de mi canción; en mi corazón meditaré; y mi espíritu inquiere.
7 ¿Rechazará el Señor para siempre, y no mostrará más su favor?
8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Ha terminado para siempre su promesa?
9 ¿Ha olvidado Dios tener piedad, o ha retirado con su ira su compasión? (Selah)
10 Entonces dije: Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo ha cambiado.
11 Me acordaré de las obras del Señor; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.
12 Meditaré en toda tu obra, y reflexionaré en tus hechos.
13 Santo es, oh Dios, tu camino; ¿qué dios hay grande como nuestro Dios?
14 Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
15 Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)
16 Las aguas te vieron, oh Dios, te vieron las aguas y temieron, los abismos también se estremecieron.
17 Derramaron aguas las nubes, tronaron los nubarrones, también tus saetas centellearon por doquier.
18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino, los relámpagos iluminaron al mundo, la tierra se estremeció y tembló.
19 En el mar estaba tu camino, y tus sendas en las aguas inmensas, y no se conocieron tus huellas.
20 Como rebaño guiaste a tu pueblo por mano de Moisés y de Aarón.
Isaías 25
1 Oh Señor, tú eres mi Dios; te ensalzaré, daré alabanzas a tu nombre, porque has hecho maravillas, designios concebidos desde tiempos antiguos con toda fidelidad.
2 Porque has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada, en una ruina; el palacio de extranjeros ya no es ciudad, nunca será reedificado.
3 Por eso te glorificará un pueblo fuerte, ciudades de crueles naciones te reverenciarán.
4 Porque tú has sido baluarte para el desvalido, baluarte para el necesitado en su angustia, refugio contra la tormenta, sombra contra el calor; pues el aliento de los crueles es como turbión contra el muro.
5 Como calor durante la sequía, tú aquietas el estruendo de los extranjeros; como el calor a la sombra de una nube, es acallado el cántico de los tiranos.
6 Y el Señor de los ejércitos preparará en este monte para todos los pueblos un banquete de manjares suculentos, un banquete de vino añejo, pedazos escogidos con tuétano, y vino añejo refinado.
7 Y destruirá en este monte la cobertura que cubre todos los pueblos, el velo que está extendido sobre todas las naciones.
8 El destruirá la muerte para siempre; el Señor Dios enjugará las lágrimas de todos los rostros, y quitará el oprobio de su pueblo de sobre toda la tierra, porque el Señor ha hablado.
9 Y en aquel día se dirá: He aquí, éste es nuestro Dios a quien hemos esperado para que nos salvara; éste es el Señor a quien hemos esperado; regocijémonos y alegrémonos en su salvación.
10 Porque la mano del Señor reposará en este monte, y Moab será hollado en su sitio como es hollada la paja en el agua del muladar.
11 Y en medio de él, Moab extenderá sus manos como el nadador extiende sus manos para nadar, pero el Señor abatirá su arrogancia y la destreza de sus manos.
12 Y derribará las fortalezas inexpugnables de tus murallas, las humillará y las echará por tierra, hasta el polvo.
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