Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
1° Crónicas 16
1 Y trajeron el arca de Dios y la colocaron en medio de la tienda que David había levantado para ella, y ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Dios.
2 Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, bendijo al pueblo en el nombre del Señor.
3 Y repartió a todos en Israel, tanto hombre como mujer, a cada uno una torta de pan, una porción de carne y una torta de pasas.
4 Y designó a algunos levitas como ministros delante del arca del Señor, para que celebraran, dieran gracias y alabaran al Señor, Dios de Israel:
5 Asaf el jefe, y segundo después de él, Zacarías; después Jeiel, Semiramot, Jehiel, Matatías, Eliab, Benaía, Obed-edom y Jeiel, con instrumentos musicales, arpas, liras; también Asaf tocaba címbalos muy resonantes,
6 y los sacerdotes Benaía y Jahaziel tocaban trompetas continuamente delante del arca del pacto de Dios.
7 Entonces en aquel día David, por primera vez, puso en manos de Asaf y sus parientes este salmo para dar gracias al Señor:
8 Dad gracias al Señor, invocad su nombre; dad a conocer sus obras entre los pueblos.
9 Cantadle, cantadle alabanzas; hablad de todas sus maravillas.
10 Gloriaos en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor.
11 Buscad al Señor y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.
12 Recordad las maravillas que El ha hecho, sus prodigios y los juicios de su boca,
13 oh simiente de Israel, su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
14 El es el Señor nuestro Dios; sus juicios están en toda la tierra.
15 Acordaos de su pacto para siempre, de la palabra que ordenó a mil generaciones,
16 del pacto que hizo con Abraham, y de su juramento a Isaac.
17 También lo confirmó a Jacob por estatuto, a Israel como pacto eterno,
18 diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad.
19 Cuando eran pocos en número, muy pocos, y forasteros en ella,
20 y vagaban de nación en nación, y de un reino a otro pueblo,
21 El no permitió que nadie los oprimiera, y por amor a ellos reprendió a reyes, diciendo:
22 No toquéis a mis ungidos, ni hagáis mal a mis profetas.
23 Cantad al Señor, toda la tierra; proclamad de día en día las buenas nuevas de su salvación.
24 Contad su gloria entre las naciones, sus maravillas entre todos los pueblos.
25 Porque grande es el Señor, y muy digno de ser alabado; temible es El también sobre todos los dioses.
26 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos, mas el Señor hizo los cielos.
27 Gloria y majestad están delante de El; poder y alegría en su morada.
28 Tributad al Señor, oh familias de los pueblos, tributad al Señor gloria y poder.
29 Tributad al Señor la gloria debida a su nombre; traed ofrenda, y venid delante de El; adorad al Señor en la majestad de la santidad.
30 Temblad ante su presencia, toda la tierra; ciertamente el mundo está bien afirmado, será inconmovible.
31 Alégrense los cielos y regocíjese la tierra; y digan entre las naciones: El Señor reina.
32 Ruja el mar y cuanto contiene; regocíjese el campo y todo lo que en él hay.
33 Entonces los árboles del bosque cantarán con gozo delante del Señor; porque viene a juzgar la tierra.
34 Dad gracias al Señor, porque El es bueno; porque para siempre es su misericordia.
35 Entonces decid: Sálvanos, oh Dios de nuestra salvación, y júntanos y líbranos de las naciones, para que demos gracias a tu santo nombre, y nos gloriemos en tu alabanza.
36 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, desde la eternidad hasta la eternidad. Entonces todo el pueblo dijo: Amén; y alabó al Señor.
37 Y dejó allí, delante del arca del pacto del Señor, a Asaf y a sus parientes para ministrar continuamente delante del arca, según demandaba el trabajo de cada día;
38 y a Obed-edom con sus sesenta y ocho parientes; a Obed-edom, también hijo de Jedutún, y a Hosa como porteros.
39 Y dejó a Sadoc el sacerdote y a sus parientes los sacerdotes delante del tabernáculo del Señor en el lugar alto que estaba en Gabaón,
40 para ofrecer continuamente holocaustos al Señor sobre el altar del holocausto, por la mañana y por la noche, conforme a todo lo que está escrito en la ley del Señor, que El ordenó a Israel.
41 Con ellos estaban Hemán y Jedutún, y los demás que fueron escogidos, que fueron designados por nombre, para dar gracias al Señor, porque para siempre es su misericordia.
42 Con ellos estaban también Hemán y Jedutún con trompetas y címbalos para los que harían resonancia, y con instrumentos para los cánticos de Dios, y designó a los hijos de Jedutún para la puerta.
43 Entonces todo el pueblo se fue, cada uno a su casa, y David se volvió para bendecir su casa.
Santiago 3
1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo.
2 Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
3 Ahora bien, si ponemos el freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, dirigimos también todo su cuerpo.
4 Mirad también las naves; aunque son tan grandes e impulsadas por fuertes vientos, son, sin embargo, dirigidas mediante un timón muy pequeño por donde la voluntad del piloto quiere.
5 Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!
6 Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida.
7 Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano,
8 pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal.
9 Con ella bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que han sido hechos a la imagen de Dios;
10 de la misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.
11 ¿Acaso una fuente por la misma abertura echa agua dulce y amarga?
12 ¿Acaso, hermanos míos, puede una higuera producir aceitunas, o una vid higos? Tampoco la fuente de agua salada puede producir agua dulce.
13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Que muestre por su buena conducta sus obras en mansedumbre de sabiduría.
14 Pero si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad.
15 Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica.
16 Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.
17 Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía.
18 Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.
Abdías 1
1 Visión de Abdías. Así dice el Señor Dios acerca de Edom: Hemos oído un mensaje del Señor, y un mensajero ha sido enviado a las naciones, diciendo: Levantaos y alcémonos contra él en batalla.
2 He aquí, te haré pequeño entre las naciones; despreciado eres en gran manera.
3 La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las hendiduras de la peña, en las alturas de tu morada; que dices en tu corazón: “¿Quién me derribará por tierra?”
4 Aunque te remontes como el águila, y aunque entre las estrellas pongas tu nido, de allí te derribaré —declara el Señor.
5 Si vinieran a ti ladrones o salteadores de noche (¡cómo quedarías arruinado!), ¿no robarían hasta que les bastara? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos?
6 ¡Cómo será escudriñado Esaú, y rebuscados sus tesoros escondidos!
7 Hasta la frontera te echarán todos tus aliados; te engañarán, te dominarán los que están en paz contigo; los que comen tu pan tenderán emboscada contra ti. (No hay entendimiento en él.)
8 ¿No destruiré en aquel día —declara el Señor— a los sabios de Edom y el entendimiento del monte de Esaú?
9 Entonces tus valientes serán atemorizados, oh Temán, de modo que todo hombre será cortado del monte de Esaú con muerte violenta.
10 Por la violencia contra tu hermano Jacob, te cubrirá la vergüenza, y serás cortado para siempre.
11 El día que te pusiste a un lado, el día en que extraños se llevaban su riqueza, y extranjeros entraban por su puerta y sobre Jerusalén echaban suertes, tú también eras como uno de ellos.
12 No te alegres en el día de tu hermano, en el día de su exterminio; no te alegres de los hijos de Judá en el día de su destrucción; sí, no te jactes en el día de su angustia.
13 No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su ruina. Sí, no te alegres tú de su desgracia en el día de su ruina; no te apoderes de sus riquezas en el día de su ruina.
14 No te apostes en la encrucijada para exterminar a sus fugitivos, y no entregues a sus sobrevivientes en el día de su angustia.
15 Porque se acerca el día del Señor sobre todas las naciones. Como tú has hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza.
16 Como vosotros bebisteis en mi santo monte, así beberán continuamente todas las naciones. Beberán y tragarán, y serán como si no hubieran sido.
17 Pero en el monte Sion quedará un remanente, y será lugar santo, y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.
18 Entonces la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y rastrojo la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, y no quedará sobreviviente alguno de la casa de Esaú —porque el Señor ha hablado.
19 Entonces los del Neguev poseerán el monte de Esaú, y los de la Sefela la llanura de los filisteos; poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín poseerá Galaad.
20 Y los desterrados de este ejército de los hijos de Israel que están entre los cananeos hasta Sarepta, y los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad, poseerán las ciudades del Neguev.
21 Y subirán libertadores al monte Sion para juzgar al monte de Esaú, y el reino será del Señor.
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