Conocer la Biblia es muy importane para todos nosotros, especialmente en los momentos más difíciles de nuestra vida, porque Dios habla con nosotros por medio de Su Palabra. El Espíritu Santo nos conduce, nos orienta, y cuando pasamos por tribulaciones, Él nos hace recordar lo que está escrito en la Biblia, una Palabra de Dios que nos conforte. Pero solo la recordaremos si la conocemos.
Por eso, elaboramos un plan para que usted lea la Biblia en 1 año. Si usted todavía no comenzó, haga clic aquí y empiece ahora, no lo deje para mañana. Usted verá cómo se transformará su vida.
Si usted ya está en este propósito, acompañe la lectura de hoy:
1° Crónicas 26
1 Para las clases de porteros: de los coreítas, Meselemías, hijo de Coré, de los hijos de Asaf.
2 Y Meselemías tuvo hijos: Zacarías el primogénito, Jediael el segundo, Zebadías el tercero, Jatniel el cuarto,
3 Elam el quinto, Johanán el sexto, Elioenai el séptimo.
4 Y Obed-edom tuvo hijos: Semaías el primogénito, Jozabad el segundo, Joa el tercero, Sacar el cuarto, Natanael el quinto,
5 Amiel el sexto, Isacar el séptimo y Paultai el octavo; porque Dios lo había bendecido.
6 Y a Semaías también le nacieron hijos que gobernaron la casa de su padre, porque eran hombres fuertes y valientes.
7 Los hijos de Semaías fueron Otni, Rafael, Obed y Elzabad, y sus hermanos, los valientes Eliú y Samaquías.
8 Todos éstos fueron de los hijos de Obed-edom; ellos, sus hijos y sus parientes fueron hombres capaces con fuerza para el servicio: sesenta y dos de Obed-edom.
9 Meselemías tuvo hijos y parientes: dieciocho hombres valientes.
10 También Hosa, uno de los hijos de Merari, tuvo hijos: Simri el primero (aunque no era el primogénito, su padre lo hizo el primero),
11 Hilcías el segundo, Tebalías el tercero, Zacarías el cuarto; todos los hijos y parientes de Hosa fueron trece.
12 A estas clases de los porteros, a los hombres principales, se les dieron deberes, al igual que a sus parientes, para servir en la casa del Señor.
13 Y echaron suertes, tanto los pequeños como los grandes, conforme a sus casas paternas, para cada puerta.
14 Y la suerte para la oriental cayó a Selemías. Entonces echaron suertes para su hijo Zacarías, consejero entendido, y le tocó en suerte la del norte.
15 A Obed-edom le tocó la del sur, y a sus hijos los almacenes.
16 Para Supim y Hosa les tocó la del occidente, junto a la puerta de Salequet, en el camino de subida. Guardia con guardia se correspondían:
17 al oriente había seis levitas, al norte cuatro por día, al sur cuatro por día, y en el almacén de dos en dos;
18 en el Parbar, al occidente, había cuatro en el camino y dos en el Parbar.
19 Estas fueron las clases de los porteros de los hijos de Coré y de los hijos de Merari.
20 Y los levitas, sus parientes, estaban a cargo de los tesoros de la casa de Dios y de los tesoros de los presentes consagrados.
21 Los hijos de Laadán, hijos de los gersonitas de Laadán, es decir, los jehielitas, eran los jefes de las casas paternas de Laadán gersonita.
22 Los hijos de Jehieli, Zetam y su hermano Joel, estaban a cargo de los tesoros de la casa del Señor.
23 De los amramitas, los izharitas, los hebronitas y los uzielitas,
24 Sebuel, hijo de Gersón, hijo de Moisés, era oficial sobre los tesoros.
25 Y sus parientes de parte de Eliezer fueron Rehabías su hijo, Jesaías su hijo, Joram su hijo, Zicri su hijo y Selomit su hijo.
26 Este Selomit y sus parientes estaban a cargo de todos los tesoros de las cosas sagradas que el rey David, los jefes de las casas paternas, los comandantes de millares y centenares y los comandantes del ejército habían consagrado.
27 Consagraron parte del botín ganado en batalla para reparar la casa del Señor.
28 Y todo lo que había consagrado el vidente Samuel, y Saúl, hijo de Cis, y Abner, hijo de Ner, y Joab, hijo de Sarvia, todo lo consagrado estaba a cargo de Selomit y sus parientes.
29 En cuanto a los izharitas, Quenanías y sus hijos fueron asignados para los negocios exteriores de Israel, como oficiales y jueces.
30 En cuanto a los hebronitas, Hasabías y sus parientes, mil setecientos hombres de valor, estaban a cargo de los negocios de Israel al occidente del Jordán, de toda la obra del Señor y del servicio del rey.
31 En cuanto a los hebronitas, Jerías era el jefe (estos hebronitas fueron investigados en relación con sus genealogías y casas paternas en el año cuarenta del reinado de David, y hombres muy capaces fueron hallados entre ellos en Jazer de Galaad)
32 y sus parientes, hombres valientes, eran dos mil setecientos en número, jefes de casas paternas. Y el rey David los constituyó jefes sobre los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés para todos los asuntos de Dios y del rey.
1° Crónicas 27
1 Y esta es la enumeración de los hijos de Israel, los jefes de casas paternas, los comandantes de miles y de cientos, y sus oficiales que servían al rey en todos los asuntos de las divisiones que entraban y salían, mes por mes durante todos los meses del año; cada división tenía veinticuatro mil.
2 A cargo de la primera división para el primer mes estaba Jasobeam, hijo de Zabdiel; y en su división había veinticuatro mil.
3 El era de los hijos de Pérez, y fue jefe de todos los comandantes del ejército para el primer mes.
4 A cargo de la división para el segundo mes estaba Dodai ahohíta con su división, siendo Miclot el jefe principal; y en su división había veinticuatro mil.
5 El tercer comandante del ejército para el tercer mes era Benaía, hijo del sacerdote Joiada, como jefe; y en su división había veinticuatro mil.
6 Este Benaía era un valiente de los treinta, y estaba sobre los treinta, y en su división estaba su hijo Amisabad.
7 El cuarto para el cuarto mes era Asael, hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su división había veinticuatro mil.
8 El quinto para el quinto mes era el comandante Samhut izraíta; y en su división había veinticuatro mil.
9 El sexto para el sexto mes era Ira, hijo de Iques tecoíta; y en su división había veinticuatro mil.
10 El séptimo para el séptimo mes era Heles pelonita, de los hijos de Efraín; y en su división había veinticuatro mil.
11 El octavo para el octavo mes era Sibecai husatita, de los zeraítas; y en su división había veinticuatro mil.
12 El noveno para el noveno mes era Abiezer anatotita, de los benjamitas; y en su división había veinticuatro mil.
13 El décimo para el décimo mes era Maharai netofatita, de los zeraítas; y en su división había veinticuatro mil.
14 El undécimo para el undécimo mes era Benaía piratonita, de los hijos de Efraín; y en su división había veinticuatro mil.
15 El duodécimo para el duodécimo mes era Heldai netofatita, de Otoniel; y en su división había veinticuatro mil.
16 Y a cargo de las tribus de Israel estaban: Eliezer, hijo de Zicri, jefe principal de los rubenitas; de los simeonitas, Sefatías, hijo de Maaca;
17 de Leví, Hasabías, hijo de Kemuel; de Aarón, Sadoc;
18 de Judá, Eliú, uno de los hermanos de David; de Isacar, Omri, hijo de Micael;
19 de Zabulón, Ismaías, hijo de Abdías; de Neftalí, Jerimot, hijo de Azriel;
20 de los hijos de Efraín, Oseas, hijo de Azazías; de la media tribu de Manasés, Joel, hijo de Pedaías;
21 de la media tribu de Manasés en Galaad, Iddo, hijo de Zacarías; de Benjamín, Jaasiel, hijo de Abner;
22 de Dan, Azareel, hijo de Jeroham. Estos eran los príncipes de las tribus de Israel.
23 Pero David no enumeró a los de veinte años para abajo, porque el Señor había dicho que El multiplicaría a Israel como las estrellas del cielo.
24 Joab, hijo de Sarvia, había comenzado a contarlos, pero no acabó; y debido a esto, la ira cayó sobre Israel, y el número no fue incluido en el registro de las crónicas del rey David.
25 A cargo de los almacenes del rey estaba Azmavet, hijo de Adiel. Y a cargo de los almacenes en el campo, en las ciudades, en las aldeas y en las torres estaba Jonatán, hijo de Uzías.
26 Sobre los obreros agrícolas que labraban la tierra estaba Ezri, hijo de Quelub.
27 A cargo de las viñas estaba Simei ramatita; y a cargo del producto de las viñas guardado en las bodegas estaba Zabdi sifmita.
28 A cargo de los olivares y sicómoros en la Sefela estaba Baal-hanán gederita; y a cargo de los depósitos de aceite estaba Joás.
29 A cargo del ganado que pastaba en Sarón estaba Sitrai saronita; y a cargo del ganado en los valles estaba Safat, hijo de Adlai.
30 A cargo de los camellos estaba Obil ismaelita; y a cargo de las asnas estaba Jehedías meronotita.
31 A cargo de las ovejas estaba Jaziz agareno. Todos éstos eran administradores de las propiedades del rey David.
32 También Jonatán, hombre de entendimiento, tío de David, era consejero y escriba; y Jehiel, hijo de Hacmoni, instruía a los hijos del rey.
33 Ahitofel era consejero del rey, y Husai arquita era amigo del rey.
34 Y Joiada, hijo de Benaía, y Abiatar sucedieron a Ahitofel. Y Joab era el comandante del ejército del rey.
2° Pedro 1
1 Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que han recibido una fe como la nuestra, mediante la justicia de nuestro Dios y Salvador, Jesucristo:
2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y de Jesús nuestro Señor.
3 Pues su divino poder nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad, mediante el verdadero conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia,
4 por medio de las cuales nos ha concedido sus preciosas y maravillosas promesas, a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina, habiendo escapado de la corrupción que hay en el mundo por causa de la concupiscencia.
5 Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad,
7 a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
8 Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.
10 Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección de parte de Dios; porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis;
11 pues de esta manera os será concedida ampliamente la entrada al reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
12 Por tanto, siempre estaré listo para recordaros estas cosas, aunque vosotros ya las sabéis y habéis sido confirmados en la verdad que está presente en vosotros.
13 Y considero justo, mientras esté en este cuerpo, estimularos recordándoos estas cosas,
14 sabiendo que mi separación del cuerpo terrenal es inminente, tal como me lo ha declarado nuestro Señor Jesucristo.
15 También yo procuraré con diligencia, que en todo tiempo, después de mi partida, podáis recordar estas cosas.
16 Porque cuando os dimos a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo, no seguimos fábulas ingeniosamente inventadas, sino que fuimos testigos oculares de su majestad.
17 Pues cuando El recibió honor y gloria de Dios Padre, la majestuosa Gloria le hizo esta declaración: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido;
18 y nosotros mismos escuchamos esta declaración, hecha desde el cielo cuando estábamos con El en el monte santo.
19 Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones.
20 Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal,
21 pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu Santo hablaron de parte de Dios.
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