Usted conoce la Palabra y sabrá cuando estuviere preparado
Las personas hacen planes a lo largo de la vida: terminan la facultad, construyen una casa, abren su propio negocio, reciben el Espíritu Santo, se casan. Sean objetivos materiales o espirituales, cuando los alcanzamos la felicidad es inmensa. ¿Pero si algo no sale como esperábamos?
Todo tiene un tiempo adecuado para concretarse. Cuando algo sale mal es porque alguna cosa o alguien que no debería formar parte del plan se anticipó a su etapa. Abra sus ojos para lo que no está funcionando. Ante una frustración debemos levantarnos e intentar nuevamente. Superar lo que pasó sin que nos perjudique. Pensar y actuar con la convicción de la bendición.
No todos los pasos serán tranquilos, sin embargo, persevere. Usted conoce la Palabra de Dios, estudia, ora, sabe cuándo es el mejor momento y está preparado para colocar su proyecto en práctica. Solo sabemos la hora correcta de actuar cuando usamos la fe inteligente creyendo que en comunión con Dios podemos todo. Él nos muestra siempre el camino, no siempre es el más corto y fácil, pero es el correcto.
Jesús vivió 33 años y se sacrificó en la cruz por nosotros, así como Dios ya lo había determinado. “Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”, (Mateo 27:46). Resucitó y días después:
“… Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”, (Mateo 28:18).
El Señor está presente en su día a día, y lo apoyará a través de la oración, del sacrificio, de la orientación del pastor, de su compañero o de su amigo. Entonces, excluya de su vida el motivo del error pasado y enfóquese en su meta de nuevo. Levántese y mire adelante. Siga su camino.
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