“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.”, (1 Pedro 2:9)
La idea del diablo es hacernos pensar que no vale la pena ser cristianos. Sin embargo, nosotros somos privilegiados y en medio de tantos, Él nos eligió y eso nos convierte en Sus sacerdote, en parte de una nación santa.
En este versículo Él también señala la responsabilidad de ser parte del linaje escogido: “… para que anunciéis las virtudes de Aquel que os llamó de las tinieblas a Su luz admirable”. Esto quiere decir que usted debe mostrar un buen testimonio como hijo de Dios, no solo con palabras, sino a través de su vida y de su buen carácter. Ser una persona llena del Espíritu Santo, de la presencia de Dios, es responsabilidad suya.
El Espíritu de Dios lo eligió para ejercer el “Real sacerdocio”, es decir, ser sacerdote del Rey de reyes. Pero para eso debe corregir su vida, no puede seguir los mismos pasos del mundo que camina hacia la perdición.
Por eso, usted será perseguido, pero como cristiano esa es la cruz que deberá cargar si quiere cumplir con lo que Él pidió.
Cuando sea tentado, tiene que estar listo para decir no, porque la única forma de que su vida cambie es que sea diferente delante de Dios. Usted fue elegido de entre sus familiares, a través suyo encontrarán la salvación.
Cuando tenemos una experiencia maravillosa con el Señor todopoderoso, no hay forma de esconderlo, porque esa persona quiere compartirla con todos, así fue que nació la Universal. Si quiere pertenecer a este linaje, necesita aceptarlo como su Señor, hacer una alianza con Él y cumplir su misión, aunque sea rechazado por quien no cree.
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