Carina sufría de nerviosismo y vivía angustiada. Su situación económica y la de su familia era humillante, debido a que se encontraban en la miseria. Su esposo tuvo que dejar un trabajo estable por padecer problemas de salud, y los médicos le decían que quedaría paralítico, además, Carina también tenía insuficiencia renal y eso hacía que asistiera constantemente al hospital.
Para subsistir comenzaron a recolectar cartones en la calle y llegaron al punto de vestirse con ropa que encontraban en la basura y a comer de los desechos.
El peor momento llegó cuando su hijo se enfermó, ya que debía dormir sentada con él por sus problemas respiratorios. Fueron momentos muy difíciles.
A través de una invitación, Carina y su familia llegaron a la Universal y, a partir de allí, la vida de la familia comenzó a transformarse. Fueron sanados, lograron avanzar económicamente, conquistaron la casa propia y un auto, y hoy son muy unidos.
Pero, aunque Carina había reconstruido toda su vida, aún había un vacío en su interior el cual solo pudo llenar cuando recibió el Espíritu Santo.
“Desde el día que recibí el Espíritu Santo todo mi ser cambió”, finaliza.
Acérquese usted también al Templo de la Fe, en Avenida Corrientes 4070, Almagro, o a la Universal más cercana, y sepa cómo participar del Ayuno de Daniel para recibir la mayor felicidad a través del Espíritu Santo.