Nicolás llegó a la Universal en uno de los momentos más difíciles de su vida: “En mi casa habían muchas discusiones. Era casi imposible sentarnos a la mesa para comer juntos. Dentro mío crecía el rencor hacia mi familia y no creía que fuese posible ser feliz.
Sufría por mis problemas espirituales. Veía sombras, no podía dormir de noche y cuando lo hacía tenía pesadillas. En ese punto, pensaba constantemente en la muerte.
Cuando conocí las drogas todo se descontroló. Consumí cocaína, pasta base, pegamento y marihuana. Esa fue la manera que encontré para poder llenar el vacío que tenía en mí; aunque seguía pensando en que quería morir.
Mi situación se complicó aún más cuando me involucré en la delincuencia. El peor momento de mi vida fue cuando caí preso. Entonces, recordé la invitación que me habían hecho para participar de las reuniones de la Universal y decidí probar a Dios, ese mismo día me mostró que existe.
Participé los días viernes, me liberé de todo, creí y me entregué por completo. Dejé las adicciones y la relación con mi familia cambió por completo”.
Participe este viernes a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro o haga clic aquí y vea la dirección de la iglesia más cercana a su hogar.
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