Todos nosotros, desde que nacemos, sufrimos presiones. Al niño se le exige que cumpla sus tareas escolares, al adolescente que elija una profesión, al adulto que tenga una familia feliz, un buen trabajo y una vida exitosa. Más allá de esas exigencias comunes para todos, tenemos que enfrentar las dificultades diarias e incluso lidiar con la presión que hacemos sobre nosotros mismos para realizar todas las tareas y obtener éxito.
La psicóloga Denise Moreno explica que es natural ser exigido por las personas, sea en la vida profesional como en la personal y que, hasta cierto punto, eso es saludable y muy positivo, pero es necesario tener cuidado. “A partir del momento en el que el sujeto se mueve impulsado por las exigencias, tendrá su autoestima perjudicada, pues es imposible cumplir la misión de satisfacer totalmente al otro”, advierte.
Superando la presión
Vinícius Henrique dos Santos Pareschi, de 19 años, sintió en la piel el poder negativo de las exigencias. Desde niño, sabía el camino profesional que seguiría: ser jugador de fútbol. A los 8 años comenzó a entrenar y cuando tenía 11 años ya formaba parte de un equipo. “Desde entonces, tuve que aprender a conciliar los estudios con mi carrera y a enfrentar la presión que mi padre hacía y que aún hace”, cuenta el joven.
Hoy, habiendo pasado por varios clubes de Brasil, Vinícius afirma que es muy difícil lidiar con los deseos del padre. “Él me exige que estudie y que trabaje como una persona común, pero no es eso lo que quiero para mí”, desahoga.
A causa de ese exceso de presión, el jugador dice que incluso pensó en desistir de su sueño profesional. “Tenía mucho miedo a arriesgar y pensaba varias veces antes de intentar porque tenía esa impresión de que todo saldría mal. Vivía con miedo, me ponía triste y desanimado porque dejaba que eso influyera en mis objetivos”, recuerda.
En medio a las dudas y presionado por su padre para que desistiera, Vinícius buscó ayuda y encontró la seguridad que necesitaba para continuar. “Fue a través de la fe que aprendí a lidiar con la situación. Vi que tenía que arriesgar hasta no poder más, independientemente de lo que otros pensaran. Tenía la seguridad de que saldría todo bien y está siendo así”, dice el jugador.
Él cuenta que la mayor lección que obtuvo del exceso de presión fue ignorar las opiniones cuando se da cuenta que estas no van a ayudarlo. “Busco oír solo a personas que tienen algo para añadirme, personas de confianza, ese es el secreto”, finaliza Vinícius.
La exigencia está adentro de usted
La exigencia, cuando es sana, hace que la persona quiera dar su mejor, pero, por otro lado, cuando la presión se vuelve frecuente, la calidad de vida desaparece y eso puede favorecer la aparición de problemas físicos y emocionales. “Además de eso, tampoco es saludable que la persona se presione demasiado, ya sea para ‘agradar a todos’, como para cumplir una determinada tarea”, completa la psicóloga Denise Moreno.
Tener éxito en cualquier área requiere determinación y fuerza para vencer los obstáculos que la vida ciertamente colocará en el camino. Entonces, la mejor forma de lidiar con las presiones y situaciones adversas está dentro de usted, es decir, en su capacidad de “absorber el impacto” de las exigencias y usarlo a su favor. Recuerde: la elección es suya.
Vea los 10 pasos para lidiar con la presión:
* Conózcase, respete sus límites
* Haga una lista de tareas que son realmente esenciales; fije sus prioridades
* Exíjase menos y permítase equivocarse
* Juzgue las exigencias externas; haga lo que estuviera dentro de sus posibilidades y no haga lo que esté fuera de su límite. En ese caso, pida ayuda, comuníqueselo a su jefe, etc.
* Evite sobrecargarse de tareas, haga una cosa a la vez
* No sufra por anticipación
* Trabaje su autoestima: las personas confiadas enfrentan y resuelven problemas con más tranquilidad
* Incluya siempre en su rutina un momento para usted, tanto para la práctica de actividades físicas como para un hobby
* Acepte con tranquilidad los imprevistos. Cuando estos sucedan, haga lo que no fue posible el día siguiente. No se sienta frustrado por eso
* Entienda que no es posible agradar a todos. Sin embargo, no use esto como excusa para ser perezoso e irresponsable
[related_posts limit=”8″]