Los niños necesitan de alguien que sea un ejemplo, un modelo a seguir. Esa necesidad de tener un referente en sus vidas los lleva, generalmente, a querer ser como el personaje de ficción que ven en la televisión o como el cantante famoso que escuchan.
“Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 22:6
Los hijos que no reciben buenos ejemplos de sus padres, durante la infancia, tienden a repetir sus malos comportamientos cuando llegan a la adultez. Porque los niños no nacen siendo buenas o malas personas, sino que aprenden a medida que crecen.
Según un estudio realizado por la Escuela de Educación de Harvard, en Estados Unidos, los padres que no priorizan la transmisión de valores morales a sus hijos los exponen a comportamientos dañinos. “Los valores de nuestra juventud se han torcido, y los mensajes que los padres están transmitiendo quizás sean la clave del problema”, aseguran los psicólogos y pedagogos responsables de la investigación.
¡Sea el referente que su hijo debe tener!
Nadie es perfecto, pero el Espíritu Santo lo moldeará para que sea una mejor persona y un buen padre, si usted decide seguir los pasos del Señor Jesús. De esta manera, será el ejemplo que sus hijos necesitan tener y hará la diferencia en sus vidas.
“Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1