Un estudio en Estados Unidos reveló que el 90% de los pacientes crónicos hoy tienen un síntoma en común. El problema de ellos no comenzó con una tos, un dolor en el pecho o de cabeza. En 9 de cada 10 pacientes, el primer síntoma fue el miedo.
Esta es la opinión de un cuerpo creciente de especialistas sobre medicina psicosomática (que lidia con síntomas físicos de orígenes emocionales). El miedo a perder el trabajo, a la vejez, a la vergüenza, etc., tarde o temprano se manifiesta como “un síntoma clínico”.
A veces, el miedo no es nada más que una ansiedad superficial; a veces es tan profundo que el propio paciente niega su existencia y va de médico en médico, recibiendo inyecciones, hormonas, tranquilizantes y píldoras en una búsqueda incesante de un alivio.
¿Cuál es el antídoto para el miedo?
Es la fe. Si usted quiere tener más salud, más autoconfianza, más paz, tomar mejores decisiones, tener más éxito en el trabajo, ser más atractivo como persona – comience a invertir en su fe. Esta es la energía gratuita dentro suyo que puede traerle resultados indecibles.
No es religión. Y no es simplemente fe en cualquier cosa. Fe en algo es mejor que fe en nada, pero la fe que trae resultado, a la que me refiero, es la fe bíblica inteligente. Si usted ya la practicó, sabe de lo que estoy hablando. Si nunca la experimentó, no sabe lo que se está perdiendo. Para usted, aquí va una forma de descubrir esa fe.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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