Competencia, precio justo, buena atención, equipo unido y calidad son algunas características de los negocios exitosos, ¿no es verdad? Sin embargo, nada de eso funciona si no está la presencia de Dios. Por lo menos esta es la opinión del fundador y presidente de TiantaiGroup, una gran empresa china conocida como TentimesGroup, en inglés.
En una entrevista a la BBC, Wang Ruoxiong, que se convirtió al cristianismo hace 7 años, afirmó que los dirigentes de la empresa siempre hacen una oración en la sala de reuniones antes de tomar una decisión importante. “Cuando nos enfrentamos a dificultades, nosotros normalmente utilizamos los principios bíblicos para guiarnos.”Ruoxiong dijo que cree que Dios es el responsable por el éxito de la compañía, aunque también reconoce la importancia de las habilidades técnicas de sus empleados.
La oración en el trabajo
La creencia en el poder de la oración también es compartida por el presidente de la Universal en Brasil, el pastor Mauricio Campos. Todos los días por la mañana, él reúne a su equipo para una oración. El pastor cuenta que nunca se sentó en su silla de trabajo o firmó un documento antes de orar. “La oración es el canal de comunicación entre el hombre y Dios. Desde el momento en que tenemos este canal libre, comenzamos a tener un tránsito de comunicación que puede y debe traer resultados importantes en nuestro día a día”, garantiza.
El pastor revela que la oración ya lo ha ayudado a tomar decisiones en momentos difíciles. “Una vez, nosotros estábamos en una reunión complicada. Fui a un ambiente separado y busqué la orientación de Dios. Después de retornar a la reunión, alcanzamos el resultado esperado. Algunas personas presentes llegaron a cuestionar por qué no había pensado en esa solución antes. Yo contesté: porque la respuesta estaba oculta y solo apareció después de la oración.”
¿Hay una receta?
El pastor Mauricio destaca que no existe una fórmula correcta para hacer una oración. El secreto es usar la sinceridad y la honestidad. “La oración es una expresión que tiene que salir de lo más profundo de nuestro ser. No tiene una regla, tiene una necesidad. Hay cosas que el hombre puede resolver con los conocimientos académicos, pero otras se resuelven con la dirección del Espíritu Santo”, enseña.
Resultados de la oración
La consultora de presupuestos Elaine Araújo, de 34 años, cuenta que las oraciones del pastor Mauricio le traen beneficios a su vida personal y profesional. “Es una manera de comenzar el día de forma positiva. Otro punto es la armonía en el sector. Orar juntos fortalece al trabajo en equipo”, explica.
A la secretaria de la dirección Ana Paula Mota, de 28 años, también le gusta orar con sus compañeros de oficina. “Es un momento en el que nos desconectamos de los problemas. Hubo momentos en los que llegué cabizbaja y las palabras de la oración fueron lo que necesitaba oír. Y me hace más fuerte.”
La fe, un diferencial
La oración forma parte de la vida cotidiana de Tonivaldo Bispo de Jesús, responsable por el mantenimiento de la ingeniería y las reformas de la Universal. Tonivaldo, que es pastor, cree que la oración “abre puertas y hace que las tareas se desarrollen más rápido.” Él reconoce que la formación académica y la experiencia profesional de los empleados son fundamentales para el buen funcionamiento de la organización. Sin embargo, explica que la fe cultivada dentro del ambiente profesional puede convertirse en un elemento diferenciador para la empresa.
“Cuando la persona sale de su casa triste, eso se refleja en su rendimiento profesional, y cuando ella está molesta en el trabajo, eso tiene consecuencias en la familia. Es ahí donde entra la oración, ella es importante para que las cosas salgan bien. Abre el pensamiento y cambia conductas”, opina. El pastor Tonivaldo advierte que no es necesario tener una religión para orar. “Si todo el mundo se detuviera al menos un minuto para hacer una oración al Padre Celestial, hasta las cosas que irían a salir mal, podrían salir bien” explica.
Responsable por la planificación y el mantenimiento en la misma empresa que el pastor Tonivaldo, Angélica Prado de 31 años, dice que se inspira en las palabras dichas por él. “Cuando pasé por un momento difícil en mi familia, el pastor fue muy receptivo. Eso nos coloca en un fase diferente, de respetar la fe y saber cuánto ella es importante en el trabajo y en la familia”, destaca.
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