Vos que te seguís preguntando si tenés que subir al Altar, preguntate:
- ¿Esta entrega me lleva a hacer la Voluntad de Dios o la mía?
- ¿Me impulsa a dejar el egoísmo, la religiosidad, la ansiedad, los pecados, los apegos, las relaciones tóxicas y los ídolos del corazón?
- ¿Me lleva a buscar con más sed y fervor al Espíritu Santo, valorar mi Salvación, la santidad?
- ¿Me impulsa a hacer que Jesucristo crezca en mí y que disminuya mi “yo”?
- ¿Este sacrificio me lleva a estar 100 % en el Altar, a la renuncia de mi yo, de mi voluntad, por la Voluntad de Dios?
- ¿Esto me enfrenta a lo que evito entregar?
- ¿Esto me lleva a depender de Dios y no de mi capacidad, de mis recursos o de mi dinero?
1. Si la respuesta es “sí”, entonces este “Getsemaní” —esa lucha interna que estás pasando— es justamente el lugar donde se definirá tu futuro espiritual. Y esa dirección está alineada con lo que Dice el Espíritu de Dios:
“… y la voluntad del Señor en su mano prosperará”. Isaías 53:10
Dios Se agrada cuando alguien sube al Altar para sacrificar con la misma intención que Su Hijo Jesús:
“… Padre […] no Se haga Mi Voluntad, sino la Tuya”. Lucas 22:42
2. Verá el fruto de la aflicción de su alma y quedará satisfecho
Mirá qué lindo lo que el Espíritu Santo Dijo:
“Debido a la angustia de Su Alma, Él lo verá y quedará satisfecho…”. Isaías 53:11
¡Esto es Maravilloso! ¡¿verdad?!
- El Señor Jesús pasó por angustias a causa de la incredulidad de quienes Lo rodeaban, la soledad, la traición, la injusticia; sufrió el peor dolor físico, pero lo más fuerte fue el dolor espiritual, al haberse separado por primera y única vez del Padre.
- Pero Dios Dice que esa angustia no fue en vano, porque Él vería el resultado de Su Sacrificio y estaría satisfecho.
- Esto es lo que tiene que suceder con todos los que van al Jardín del Getsemaní para entregarse a la Voluntad del Padre.
Es como si Dios Le dijera a Jesús:
“En el Getsemaní sufriste angustia, moriste en la Cruz, renunciaste a Tu ‘Yo’, Te dolió; pero cuando Resucites y veas a los hijos que Nacerán de esa Entrega, Dirás: ‘Valió la pena’”.
Si estás en conflicto entre hacer tu voluntad o hacer la Voluntad de Dios, sabés lo que Dios te está Pidiendo y eso te genera extrema presión, ya sea:
- Dejar una relación…
- Renunciar a un pecado que te da placer…
- No comprarte algo que anhelabas para entregarlo en Altar…
- Sacrificar un sueño personal…
- Dejar en el Altar algo que para vos es “intocable”…
No participes solo por participar, por emoción o por costumbre.
Acercate al Altar y hacé tu Voto de Entrega cuando estés dispuesto a cambiar tu voluntad por la Voluntad de Dios.
Todo lo que mencioné se resume en:
- Jesús Se entregó porque era la Voluntad del Padre, para multiplicar Su Descendencia.
- Ese sacrificio no solo agradó a Dios, sino que hizo que Jesús quedara satisfecho al ver lo que surgió de Él.
- Hoy, la persona está bajo presión, en conflicto. Pero cuando ella vea lo que el Espíritu Santo hace a partir de su renuncia, también se realizará, se alegrará al extremo.
- Hoy hay luchas internas, espirituales y externas, mañana habrá motivos para alegrarse y conmemorar.
Y eso es exactamente lo que necesitás leer y saber en este momento de la Hoguera Santa:
“Hoy estás sufriendo porque Dios está tocando lo más sensible: tu voluntad.
Pero, si confiás y obedecés, llegará el día en el que dirás:
“Valió la pena haber sacrificado mi voluntad para vivir la de mi Padre Celestial”.
¡Nos vemos en breve, en la IURD o en las Nubes!
Obispo Julio Freitas
