El aparato que ayuda y guía a conductores es cada vez más usado.
Su nombre científico es Sistema de Posicionamiento Global (GPS, es la sigla en inglés). Se trata de un sistema de navegación por satélites utilizado para detectar y determinar la posición deseada.
Los conductores de taxis están entre los mayores clientes de GPS. Entre el 2005 y el 2007 los dueños de autos comenzaron a recurrir a estos aparatos para dirigirse a destino, sin correr el riesgo de multas. Si el conductor viaja mucho por el País y desea tomar recorridos más rápidos con hacer su búsqueda en el GPS encontrará caminos más cortos ganando tiempo y ahorro de combustible.
Según los vendedores de estos prácticos aparatos hacen dos recomendaciones básicas:
1- Conocer el GPS: familiarizarse con la interfaz, las opciones y el modus operandi del GPS antes de utilizarlo en carretera es recomendable. Apenas requiere unos minutos, y hacerlo, nos ayuda mucho para acceder a funciones avanzadas como por ejemplo, escuchar la repetición de una instrucción de voz que no hayamos captado en un primer instante.
2- No olvidemos el cargador: los sistemas de navegación cada vez disponen de una mayor autonomía, pero para evitar sorpresas, no olvidemos llevar siempre con nosotros el cargador. Aunque nuestro trayecto previsto sea de una hora y la batería ofrezca autonomía para mucho más tiempo, nunca se sabe lo que puede durar un eventual atasco.
En este momento hay miles de empresas que fabrican GPS, se venden millones de receptores en todo el mundo (dentro de teléfonos celulares y hasta en relojes de pulsera) y cada año se descubren nuevas aplicaciones utilizando mapas satelitales, telefonía móvil e internet.
El GPS, en el Aconcagua, al servicio de todos
Un grupo de investigadores de la Universidad de Cuyo distribuyó estaciones GPS sobre puntos ubicados en la superficie terrestre, a partir de los que pueden determinarse los movimientos en la zona, incluyendo el seguimiento de volcanes y glaciares. Una de estas estaciones se encuentra en el cerro Aconcagua, lo que la convierte en la estación continua más alta del mundo.
Por medio de este programa y a partir de disciplinas como la geodesia, gravimetría, geofísica, geología, geografía y la física, logra entenderse el movimiento en este sector de la cordillera. El proyecto no sólo abarca el estudio del movimiento global de la zona, sino que también analiza de modo localizado o regional los movimientos de glaciares y volcanes del sector.
“Lo que se observa es el movimiento de placas (velocidades de la superficie, de los puntos) y las causas de lo que está ocurriendo. La tecnología nos permite determinar con exactitud estos valores”, asegura uno de los investigadores.
Para medir las velocidades o movimientos utilizan la navegación por satélite, mediante el sistema de posicionamiento global (GPS). Con estaciones GPS, continuas o semi continuas, sobre puntos ubicados en la superficie terrestre, puede determinarse cuál es el desplazamiento de todos esos puntos.
El GPS también llegó al espacio
Una cápsula aeroespacial tomó imágenes de Argentina. El dispositivo fue elevado a 20 mil metros de altitud con un globo de helio desde el Parque Astronómico de la Universidad de La Punta, como experimento científico. La cápsula Sofía realizó un exitoso recorrido de 90 minutos durante el cual ascendió más de 21 mil metros y llegó a la estratósfera.
Pablo de León, director del proyecto y presidente de AATE detalló “Pudimos seguir el trayecto que realizó Sofía durante todo el tiempo a través de internet u La cápsula llevó un sistema de localización GPS, para facilitar su rescate”. También declaró: “Es muy importante llevar a cabo este tipo de experimentos, dan cuenta de que con poco se puede hacer mucho; estas experiencias son las que acercan a nuestros jóvenes a la ciencia y promueven el estudio y la investigación científica”. Finalizó Pablo de León cuyo proyecto resultó en obtener por primera vez en la historia de argentina imágenes desde el espacio de todo el continente y del país en particular.