Mariana sufría con depresión desde su niñez debido a los problemas que había en su hogar. Ella recuerda que en ese estado “iba a la escuela. Tenía una angustia muy fuerte”.
Ese mal la acompañó durante muchos años. “Dentro de mí sentía soledad. Me casé joven pensando que mi vida iba a cambiar, que iba a ser diferente, pero no fue así. Recibí malos tratos, sufrí infidelidad y la depresión seguía avanzando”, señala.
“Luego, me separé y quedamos en la calle con mis hijos. Esa depresión y soledad seguían. La separación fue muy fuerte para mí y agudizó la depresión”, agrega.
Más tarde se enfermó gravemente su hijo mayor. Para Mariana esa situación fue “el detonante” y recuerda: “Él me quería siempre al lado suyo y yo ya no tenía más fuerzas. Veía cómo se iba apagando su vida hasta que falleció. Perdí todo. Otra vez quedé sola y caí en un pozo depresivo profundo. Ya no había futuro para mí. Los médicos me decían que me tomara licencia en mi trabajo, pero no me daban la cura. Tomaba muchas pastillas, pero los vértigos y los desmayos seguían. Durante tres días no comía, tenía insomnio y pesadillas”.
Sin embargo, un día todo cambió. “Una noche de insomnio, estaba mirando la televisión y apareció en la pantalla la frase “pare de sufrir”, relata y añade: “me llamó la atención. Luego el pastor empezó a hablar y era como que me hablaba a mí. Entonces, me acerqué a participar en la reunión. Hoy tengo paz, soy feliz, mi vida cambió y ya no tengo depresión, gracias a Dios. Valió la pena luchar”.
Participe este viernes a las 12 h en Avenida Corrientes 4070 (Almagro) o en la Universal más cercana, para aprender a luchar contra la depresión y recuperar su identidad. Si necesita hablar con nosotros, comuníquese al (011) 5252 4070.