¿Quién tiene placer de ser odiado? Nadie, creo. Sin embargo, el Señor garantiza que ese sentimiento acompañará a Sus seguidores por todo el mundo. Y, si por casualidad, el discípulo no carga en sí el desprecio y el odio del mundo, ciertamente no tiene nada que ver con Él. Quien quisiera evitar ser blanco de eso, basta con negar la fe.
Muchos han abrazado la fe cristiana pero, tarde o temprano, llega el momento en que necesitan definirse. En este momento, lamentablemente, la mayoría se acobarda y prefiere salvar la propia piel. Para ellos, un aviso:
“Pero cualquiera que Me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré delante de Mi Padre que está en los cielos.” Mateo 10:33
Dios ha permitido esa situación para con todos los llamados. Sin embargo, los escogidos serán solo los odiados que se mantengan firmes hasta el fin.
“Y seréis aborrecidos de todos por causa de Mi Nombre; pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.” Mateo 10:22
“Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis odiados de todas las naciones por causa de Mi Nombre.” Mateo 24:9
“Y seréis odiados de todos por causa de Mi Nombre; pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo.” Marcos 13:13
“… y seréis odiados de todos por causa de Mi Nombre.” Lucas 21:17