No superar las propias angustias y los resentimientos es algo que puede perpetuar negativamente en las relaciones de una persona con la familia. Por más daño que alguien nos pueda haber hecho, amargar esto nos aleja tanto de Dios como la influencia que esta cerca de nosotros.
Un estudio de la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos, publicado recientemente, apunta que las personas propensas a la depresión y emociones asociadas pueden aumentar o disminuir de acuerdo con el ambiente en que se vive.
En conflicto con la familia
Lorena Flores, fue abandonada por la madre cuando era una niña y sentía mucho odia hacia ella. Por eso, no logró mantener una buena relación familiar con sus hermanas, con quienes siempre peleaba.
De este modo, no conseguía tener una buena relación con su hijo.
Además Lorena quedo enferma y a su hijo menor le diagnosticaron hidrocefalia. Cada día estaba más nerviosa, más triste y más angustiada. Sufría con toda aquella influencia maligna en su vida.
“Yo sufría de insomnio, tenía pesadillas, bebía, fumaba y salía todas las noches pensando que las pocas horas de distracción acabarían con el vacio que yo sentía. Sin embargo mi vida era un infierno, no conseguía ser feliz en ningún aspecto de mi vida”, cuenta Lorena.
Hasta que Lorena conoció el Centro de Ayuda Espiritual de la Iglesia Universal. Siguió las orientaciones del pastor, pero sobretodo, participó de las reuniones, colocó su fe en práctica, y su vida se transformó.
“Hoy, estoy libre de todos los males espirituales, mi hijo está curado, mi familia recuperada y la relación con mi madre es excelente, porque conseguí perdonarla”, afirma Lorena.
Participe este domingo 28 de Abril, a las 9:30 hs. en Av. Corrientes 4070 Almagro y en todos los Cenáculos del Espíritu Santo del país.