El apóstol Juan registró: “Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete Espíritus de Dios.” Apocalipsis 4:5
Inmediatamente, podemos verificar que el trono de Dios no es algo pasivo, teniendo en cuenta la actividad sucesiva representada por los relámpagos, por las voces y por los truenos.
Además de las siete antorchas de fuego que se mantienen encendidas continuamente. El propio Apocalipsis interpreta estas siete antorchas de fuego, definiéndolas como los siete Espíritus de Dios: “Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono.” Apocalipsis 1:4
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete Espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.” Apocalipsis 3:1
“Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete Espíritus de Dios enviados por toda la tierra.” Apocalipsis 5:6
Del trono de Dios, el Espíritu Santo, usando toda Su plenitud, opera en toda la Tierra. Es Él Quien convence del pecado, oye el clamor del afligido; revela al Salvador, en fin, opera en el mundo de manera tal que el Dios Hijo sea glorificado.
El Señor Jesús dijo con respecto al Espíritu Santo: “Él Me glorificará; porque tomará de lo Mío, y os lo hará saber.” (Juan 16:14) En realidad, el Espíritu Santo es el sustituto del Señor Jesús aquí en la Tierra.
Cuando el pecador oye la Palabra de Dios, el Espíritu Santo entra en acción para convencerlo del pecado. Una vez convencido del pecado, el Espíritu Santo le revela al Único que puede salvar.
En cuanto a la referencia al número siete, ya vimos que representa la plenitud de Dios; muestra Su perfecta e ilimitada omnipotencia. Es por esta razón que las profecías bíblicas están repletas de referencias al número siete: siete Espíritus, siete iglesias, siete ángeles, siete sellos, siete trompetas, etc.
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