Creta, hoy perteneciente a Grecia, se encuentra al sudeste del país. En el sur del Mar Egeo, es la quinta mayor isla del Mediterráneo, con 225 kilómetros de longitud por 55 de ancho. Es una de las 13 periferias (regiones administrativas) griegas, y tiene como capital a la ciudad de Heraclión.
Sus habitantes originales, los minoicos, eran uno de los más antiguos pueblos del planeta, cuyo pico de población se dio cerca del 1600 a. C. En el siglo IV a. C., sus ciudades guerrearon entre sí. Fue conquistada por los romanos en el año 67 a. C., después bajo el dominio bizantino, a no ser por un breve período de ocupación árabe entre los años 823 y 961. Pasó después por las manos de Venecia en el 1204 y de Turquía en 1669. Este último país y Grecia se disputaron su posesión hasta comienzos del siglo XX, cuando, en 1908, pasó a ser definitivamente una periferia griega, aunque todavía tenía comunidades turcas. Durante la II Guerra Mundial, fue masivamente invadida por Alemania por el aire, por medio de sus regimientos de paracaidistas.
La isla es mencionada en la Biblia en el Antiguo Testamento (1 Samuel 30:14 y Ezequiel 25:16), cuando el texto se refiere a los cereteos, una rama de los filisteos que, se cree, tuvo origen en Creta.
Los cretenses estaban entre los primeros cristianos, citados en la Palabra cuando fue la ascensión de Jesús a los Cielos después de Su resurrección:
“Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
En Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos,
Cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.”
Hechos 2:9-11
Después de su tercer viaje misionero, el apóstol Pablo fue apresado por los romanos y llevado a bordo de un barco que iba rumbo a Italia. El barco pasó por Creta e, inmediatamente después, enfrentó una gran tempestad de varios días, que lo dejó a la deriva hasta naufragar en Malta.
Aun con la actual crisis financiera que aflige a Grecia, Creta continúa siendo uno de los principales puntos turísticos de la región, con su siempre agradable clima y gran infraestructura hotelera. La vieja e ingenua definición de que “una isla es una porción de tierra cercada por agua por todos los lados” adquiere otro sentido cuando esas aguas son las del limpio Mediterráneo, con su color turquesa.
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