Un gran golfo en el Océano Índico que baña varios países, habría sido a través de él, según el relato bíblico, que Moisés condujo al pueblo fugitivo de Egipto con la ayuda de Dios, que abrió las aguas
Escenario de uno de los más espectaculares fragmentos de la Biblia, el Mar Rojo aún hoy es fascinante por la belleza y riqueza en recursos naturales. Según el relato bíblico, habría sido por este golfo del Océano Índico, entre África y Asia, que Moisés pasó con el pueblo hebreo cuando salían de Egipto rumbo a la tierra prometida. Dios abrió las aguas, formando un corredor seco para que los hebreos lo atravesaran, cerrándose de nuevo cuando los egipcios los perseguían.
Hace poco, científicos de la Universidad de Colorado, en los Estados Unidos, hicieron estudios sobre la región en la época de la Biblia y consideraron que el fenómeno de la apertura de las aguas puede hacer sucedido.
Entretanto, muchas dudas acechan al tema, pero no exactamente sobre la intervención divina. “Las traducciones pueden haber sido realizadas de manera equivocada. Muchos estudiosos afirman que lo que fue traducido como Mar Rojo en la Biblia, puede referirse al Mar de los Juncos”, dice el arqueólogo Rodrigo Silva, fundador del Museo Arqueológico Paulo Bork, en Engenheiro Coelho, San Pablo. Mar de los Jiuncos no se refiere a una masa acuática exactamente, sino a una región en sus proximidades. De la misma manera, el Mar Rojo es un golfo del Océano Índico, hoy unido al Mediterráneo por el Canal de Suez, pero el nombre también designa a la región a su alrededor.
En todo caso, la abertura de las aguas está descrita en la Biblia, dejando bien en claro que una parte seca del lecho apareció y les permitió a los hebreos que pasaran, por la fuerza de un fuerte viento. Por más que algunos científicos discutan si fue un milagro o un fenómeno de la naturaleza sin interferencia sobrenatural, ¿ellos podrían responder por qué los hebreos estaban exactamente en el punto en que las aguas se abrirían, en el mismo momento en que ellos más lo necesitaban?
Hoy en día, el Mar Rojo es ampliamente visitado por su inagotable potencial turístico y su abundante belleza natural, siendo uno de los lugares más buscados en el mundo por buceadores por su enormes corales, su riquísima fauna acuática y los distintos naufragios. Con 438 mil metros cuadrados, su profundidad media es de 480 metros, y su profundidad máxima es de más de 2,2 mil metros. Baña varios países: Arabia Saudita, Djibouti, Egipto, Eritreia, Iemen, Israel, Jordania y Sudan.
Entre los distintos balnearios en la costanera del Mar Rojo, con una infraestructura envidiable, está Eilat, una ciudad del extremo sur de Israel, adyacente al municipio egipcio de Tabah.
Millones de turistas del mundo entero visitan anualmente la ciudad, que, además de su belleza natural y clima cálido todo el año (en la temporada alta, de mayo a agosto, los termómetros marcan más de 40ª C), proporciona un sinnúmero de atracciones, como el Festival Internacional de Jazz del Mar Rojo (en octubre), con shows de grandes jazzistas de varios lugares del mundo.
El Observatorio Submarino de Eliat es señalado como paseo obligatorio, pues el Mar Rojo es muy conocido por si biodiversidad. Localizado al sur de la Playa de los Corales, el complejo refugia acuarios, tanques con tiburones, tortugas, peces, papagayos pequeños, simuladores interactivos y museos.
Para quien le gustan los delfines, hay en la Estación de Investigación de Biología Marina paseos que permiten bucear con esos dóciles animales. Para la inolvidable experiencia es necesario desembolsar aproximadamente 100 dólares.
Y no es solo el mar el que posee biodiversidad. Quien mire para arriba encontrará bandadas de aves migratorias, pues la región está en la principal ruta de los pájaros que vuelan de África a Europa.
Para conocer mejor la fauna de la región se recomienda la Reserva Natural Hai-Bar Yotvata, creada en 1960 para preservar animales en peligro de extinción, incluyendo especies locales citadas en la Biblia. Además de un Centro de Estudios e Investigaciones, la reserva cuenta con una amplia área abierta, donde los animales son preparados para devolverlos a la naturaleza, en caso de ser recuperados del contrabando o nacidos en cautiverio.
La Ciudad de los Reyes es un parque temático bíblico inaugurado en 2005. Recibe cerca de 4.5 mil visitantes diariamente. Con 3.7 metros distribuidos en tres niveles, el parque se parece a un palacio real de los tiempos de la Biblia y cuenta con cuatro escenarios: Viaje al pasado, que lleva a un paseo por la era de los faraones y sus magníficas construcciones en el Egipto Antiguo; Gruta de las Ilusiones y Sabiduría, que alude a la sabiduría de Salomón con 70 pruebas ópticas de ilusión, laberintos y desafíos para probar al visitante; Minas del Rey Salomón, un fascinante viaje subterráneo, y las Cataratas del Rey Salomón, paseo en barco que atraviesa siete cavernas, cada una con un capítulo de la vida del famoso monarca. La trayectoria termina en una caída de agua que lleva hasta el lago real, al lado del palacio.