Uno de los mayores sitios arqueológicos de Israel, la antigua ciudad fue totalmente destruida y conquistada por Josué y su ejército
“Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, y mató a espada a su rey; pues Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.
Y mataron a espada todo cuanto en ella tenía vida, destruyéndolo por completo, sin quedar nada que respirase; y a Hazor pusieron fuego.
Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a filo de espada, y los destruyó, como Moisés siervo de Dios lo había mandado.
Pero a todas las ciudades que estaban sobre colinas, no las quemó Israel; únicamente a Hazor quemó Josué.”, (Josué 11:10-13).
La ciudad de Hazor, tal como lo indica el libro de Josué, era una de las mayores de la Edad de Bronce Medio. Se localizaba en la unión de dos importantes vías comerciales de esa época. Una de ellas daba a Egipto, Asiria, Persia y Babilonia. La otra establecía una unión con la región Fenicia. Ocupaba 80 hectáreas del extenso y fértil valle de Hula, al este de Alta Galilea, la Ciudad Alta, y con cerca de 10 hectáreas la Ciudad Baja.
Hazor tenía cerca de 15 mil habitantes, un número bastante significativo en esa época. La grandeza de la ciudad puede ser comprobada con las excavaciones arqueológicas promovidas hasta hoy en el lugar. Su ubicación era estratégica para el comercio que realizaba con otras regiones importantes, hizo que fuesen encontrados objetos de distintas culturas, como la egipcia, la griega y la babilónica.
Conquistada y destruida por Josué en su expansión a Canaán, la ciudad fue reconstruida y fortificada por Salomón, como deja en claro la presencia del portón del mismo estilo que el rey acostumbraba instalar en las ciudades bajo su dominio, semejante a los de Megido y Gezer. La reconstrucción es mostrada en el libro de Reyes. Hazor fue destruida por nuevos conquistadores más de cinco veces en el período del Antiguo Testamento.
En el final de la Edad de Bronce, cerca del año 1300 a.C., fue nuevamente devastada y abandonada. En 2200 a.C., fue nuevamente ocupada, solamente la parte alta. Sus nuevos habitantes pasaron tiempos difíciles, con extrema escases de recursos, pero alrededor del año 1000 tuvo nuevamente importancia internacional y ya en la Segunda Edad de Hierro, entre los años 900 y 800 a.C. era una de las ciudades más importantes de Israel. Fue entonces que Hazor fue redificada con una doble muralla extensa, larga y alta, y el imponente portón. De esa época hay un gran canal para el abastecimiento de agua, que fue descubierto por arqueólogos en 1968. Encontraron 21 diferentes niveles de ocupación de la ciudad, en los cuales ocurrieron destrucciones y reconstrucciones. Todavía queda mucho por descubrir con las excavaciones, como los palacios, templos y otras instalaciones de distintas épocas y sus influencias arquitectónicas.
Hoy el área es un parque nacional, y el sitio arqueológico es uno de los más importantes y mayores del país. Cercano a la parte alta está el Museo Hazor, con muchos de los descubrimientos arqueológicos del lugar. Los visitantes pueden apreciar las excavaciones. Aunque en la parte baja, los trabajos son intensos por el momento, y aún no están abiertos al público.