En Hechos 9 y 10, el apóstol Pedro estaba hospedado en la casa de Simón, un curtidor de cuero, en Jope. Hoy llamada Jaffa, la ciudad fue incorporada a la capital política de Israel, Tel Aviv, en 1950. Es un importante centro turístico en los márgenes del Mediterráneo que hace valer el significado de su nombre: “Bella”.
Fue el principal puerto de Israel, de donde Jonás partió para su famoso viaje en que fue engullido por un gran pez (Jonás 1:3), era una de las áreas portuarias más activas en el mundo en los tiempos bíblicos – hasta la construcción de los puertos de Haifa y Ashdod, y hoy es la parada de pequeños barcos pesqueros y de paseo turístico. En la construcción del primer Templo de Salomón, allí llegaban las maderas nobles del Líbano, que después eran llevadas a Jerusalén, que se encuentra a 55 kilómetros (2 Crónicas 2:16). Era la principal entrada a Tierra Santa en la época del poderío Otomano.
Pedro estaba en la región, en la ciudad de Lida, cuando conoció a una mujer muy caritativa y querida por Jope que falleció después de una enfermedad grave. Lo llamaron a la ciudad y resucitó a Tabita, hecho que hizo que muchos se convirtieran (Hechos 9).
Después de ese episodio, el Pescador de Hombres se hospedó en la casa de Simón. Un día, mientras esperaba el almuerzo, subió a la terraza para orar. En esa oportunidad, tuvo una visión: un gran objeto semejante a un lienzo con gran variedad de animales.
“…y vio el cielo abierto, y que descendía algo semejante a un gran lienzo, que atado de las cuatro puntas era bajado a la tierra;en el cual había de todos los cuadrúpedos terrestres y reptiles y aves del cielo.Y le vino una voz: Levántate, Pedro, mata y come.Entonces Pedro dijo: Señor, no; porque ninguna cosa común o inmunda he comido jamás.Volvió la voz a él la segunda vez: Lo que Dios limpió, no lo llames tú común.Esto se hizo tres veces; y aquel lienzo volvió a ser recogido en el cielo.”, (Hechos 10:11-16).
La visión era un mensaje de Dios para que Pedro también predicara entre los gentiles, y no solamente a los judíos. Y fue providencial, obviamente, pues los hombres de un poderoso militar romano, Cornelio, de Cesarea (a 48 kilómetros), estaban en ese momento llegando a Jope para llamar al apóstol para que predicara entre ellos. Cornelio también había tenido una visión, en que un ángel le ordenaba que llamara a Pedro de la ciudad vecina. Los dos acontecimientos están en Hechos 10.
El área portuaria con mucho movimiento hasta 1965, cuando fue inaugurado el puerto de Ashdod, Jaffa, siempre fue codiciada. Hasta el emperador francés Napoleón llegó a invadirla. Desde el siglo XIX, hay en la región una fuerte producción de naranjas, mundialmente famosas por ser muy dulces y prácticamente no tener semillas. De esas naranjas se hacían, originalmente, los pasteles de Jaffa, una masa cocida de apariencia entre una galleta y un pastel, generalmente cubierta de chocolate, muy popular en el Reino Unido hasta hoy, cuya receta fue llevada a Europa en la época del Mandato Británico. Los frutos comenzaron a ser cultivados por los árabes, y la continuaron los judíos que llegaron para poblar el lugar después del dominio del Imperio Otomano.
Tel Aviv fue fundado en 1909 en las cercanías, Jaffa, 41 años después. La población judía aumentó bastante después de la creación del Estado de Israel, a fines de la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de la Independencia local.
En las 3 décadas siguientes, el lugar no gozaba de buena fama, debido a la gran pobreza de sus habitantes. Abandonada y descuidada, llegó a ser conocida como la “ciudad del crimen”, de tanta violencia diaria. Sin embargo, los días violentos quedaron atrás, y Jaffa es un lugar agradable, muy bello, con sus calles y predios antiguos muy bien preservados, lo comprueban los turistas de todo el mundo que llegan a conocer el lugar de importantes acontecimientos bíblicos, buscando el óptimo clima mediterráneo, entre los más atractivos del mundo. Los habitantes de Tel Aviv también la frecuentan bastante, y en ella están radicados muchos artistas y artesanos locales, cuyos ateliers y tiendas se encuentran entre la variedad de cafés, restaurantes y clubes.
Judíos y árabes
Con aproximadamente 55 mil habitantes (13,5% del total de Tel Aviv, un poco más de 400 mil), Jaffa es 76% judía. La minoría árabe (musulmanes y un tercio de cristianos) vive al sudoeste, en el barrio Ajami (“extranjero” en árabe), que se hizo famoso en 2010 cuando la aclamada película del mismo nombre concurrió al Oscar como mejor producción extranjera, mostrando la realidad local.
En Ajami también hay una minoría judía, pero todas las culturas conviven pacíficamente, por más que el barrio sea más carenciado que el entorno. Los árabes cristianos están más integrados a la sociedad israelí.