En los tiempos bíblicos, el monte Carmelo servía como una muralla natural entre el mar Mediterráneo y la gran planicie (el valle de Jezreel) en donde hoy se encuentra Israel, importante para la defensa del territorio. Frecuentemente, el monte y sus alrededores son citados en la Biblia como ejemplo de belleza y fertilidad. “Florecerá profusamente, y también se alegrará y cantará con júbilo; la gloria del Líbano le será dada, la hermosura del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, la hermosura del Dios nuestro.” Isaías 35:2. Incluso el sabio Salomón lo usó como símbolo cuando quería representar algo bello: “Tu cabeza encima de ti, como el Carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey…” Cantares 7:5
Su abundante vegetación y su posición estratégica a la orilla del mar, con un paisaje que quita el aliento hasta hoy, confirma la comparación de los grandes autores bíblicos. Hoy, en esa zona, se encuentra el Parque Carmelo, declarado oficialmente como área de preservación ambiental, la cual preserva algunas de las más bellas especies vegetales y animales de Israel.
Sin embargo, las citas de la Palabra de Dios, no dicen nada respecto a la exuberante belleza natural de la famosa montaña. El monte Carmelo fue el lugar donde Elías les demostró a los profetas del dios pagano Baal, la soberanía del verdadero y único Dios (como lo describe 1 Reyes 18: 20-40). Elías los desafió a levantar un altar, en el cual colocarían un buey sobre leña e invocasen a Baal, para que consumiera el sacrificio con fuego. Pasaron horas, oraron al falso dios, llegando incluso a herir sus propios cuerpos, pero nada sucedió. Luego, Elías, restauró un antiguo altar cercano, también depositó un buey y ordenó que se lanzara bastante agua sobre el animal y sobre la leña (tres veces) dejándolos empapados. Oró a Dios para que todos vieran allí que sólo Él era el Dios Todo Poderoso, y una fuerte antorcha de fuego descendió del cielo, consumiendo el buey, la leña, las piedras y un poco de la tierra que había alrededor, aun cuando estaban empapados. Elías también acostumbraba pelearse de vez en cuando en una de las varias cuevas que había en el monte.
El rey Ocozías, contemporáneo de Elías, se encontraba en cama, enfermo. Mandó mensajeros al Carmelo para consultar a los profetas de Baal, pero ellos quedaron imposibilitados de cumplir la misión porque Elías ya les había dicho que no se recuperaría de la enfermedad y moriría. El rey envió una guarnición de 50 soldados, comandados por un capitán para arrestar al profeta. Dios mandó fuego desde el cielo, el cual consumió a los guerreros. Ocozías mandó a 50 más con su capitán, y nuevamente el grupo fue consumido por las llamas que descendieron del firmamento. El rey no se dio por vencido y envió a un tercer capitán junto a otra media centena de hombres armados, pero el oficial se postró delante de Elías, pidiendo por su vida y la de sus comandados. Un ángel del Señor le dijo al profeta que podía ir en paz con los militares para estar con Ocozías. Elías le dijo personalmente lo mismo que le dijera a los mensajeros del Carmelo, y el monarca falleció poco tiempo después.
También fue en este monte que una mujer rica, sunamita, de una familia temerosa a Dios, fue a ver al profeta Eliseo. Ella estaba triste por la muerte de su único hijo (que el propio Eliseo, mientras se hospedó en la casa de la familia, profetizó años antes de que nasciera). Por ese motivo, el valiente líder espiritual fue a la casa de la sunamita y le pidió a Dios que le devolviera la vida al muchacho, en lo cual fue atendido (2 Reyes 4: 8-31).
Naturaleza exuberante y turismo
En la costa mediterránea de Israel, el monte tiene a sus pies la bella y moderna ciudad portuaria de Haifa. El Carmelo puede definirse como una extensa elevación bordeando el Mediterráneo, con aproximadamente 20 quilómetros. “Karmel”, en hebreo, es traducido como “jardín”, “campo fértil” y, según algunos estudiosos, también es llamado “Viñedo de Dios”. La presencia del abundante verde en contraste con la predominancia árida de Israel, se debe a la buena cantidad de lluvias en la región.
El lugar también recibe turistas de todo el planeta, que buscan no sólo su importante significado bíblico, sino también su óptima infraestrutura turística. Además de Haifa, se visitan varias otras ciudades menores; y los israelitas que viven en grandes centros urbanos cuentan aquí, con bellas casas en las cuales pasan buenas temporadas en contacto con la naturaleza, en días de descanso.