El lupus eritematoso sistémico (LES) es un trastorno autoinmune, en este tipo de enfermedades el sistema inmunológico ataca al tejido sano. Puede afectar a diferentes partes del cuerpo, la piel, las articulaciones, los riñones, el cerebro y otros órganos. No se conoce la causa de este tipo de trastornos, pero se continúa haciendo diversos estudios para concluir cuál es su origen.
En general el LES es más común en mujeres que en hombres y la fase etaria que comprende es amplia, ya que afecta a personas entre los 10 y los 50 años.
Síntomas
Los síntomas varían de persona en persona, aparecen y desaparecen. Entre los padecimientos se encuentran inflamación y dolor articular. En algunos casos la persona desarrolla artritis. Otros síntomas comunes incluyen:
• Dolor torácico
• Fatiga
• Fiebre
• Malestar general
• Pérdida de cabello
• Úlceras bucales
• Sensibilidad a la luz solar
• Erupción cutánea
• Inflamación de los ganglios linfáticos
Tratamiento
No existe cura para el LES. El tratamiento solo trata de contener los síntomas. Los síntomas más graves necesitan apoyo de especialistas.
“Llegué a pensar que lo mejor era morir”
María Mónaco sufrió en carne propia esta afección, “Tenía lupus eritematoso y me dijeron que no había cura, iba a tener que vivir con eso toda mi vida. Tenía la cara llena de granos y ampollas. Este trastorno se sumaba a que habíamos perdido la casa y vivíamos de prestado en un departamento. Pasamos de tener una vida económica acomodada a perderlo todo.
La enfermedad avanzaba y me sentía incapaz de realizar los quehaceres diarios. Lo que más me dolía era no poder atender a mi familia, estaba mucho más lenta parecía una mujer de 70 años. Recuerdo que entré en depresión.
Los medicamentos estaban arruinando mi organismo. Además tenía que inyectarme una vez por semana, el dolor era insoportable. A medida que pasaba el tiempo tomaba medicamentos más fuertes porque nada me aliviaba. Los problemas de salud sumados a la situación económica que estábamos pasando me llevaron a pensar que lo mejor era morir.
Hasta que un día llegué a la Universal y empecé a entender la Palabra de Dios, comencé a participar de las reuniones y mi vida fue cambiando. Primero cambió mi forma de pensar y luego me curé, ya no tengo erupciones en la piel ni rastros del lupus. Mi vida fue completamente transformada, estoy sana y muy feliz, gracias a Dios”.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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