Vamos a hablar sobre la importancia de tener madurez espiritual. No lo entienda como referente a edad o a tiempo, sino al desarrollo de su vida espiritual, a alcanzar un nivel más alto espiritualmente hablando. Muchos cometen errores por falta de madurez, errores que, a veces, no son pecados, pero son errores.
“Hermanos…”
Cuando Pablo dice “hermanos” es porque está hablándoles a los de la fe.
“… no digo que yo mismo ya lo haya alcanzado; lo que sí hago es olvidarme de lo que queda atrás y esforzarme por alcanzar lo que está delante, para llegar a la meta y ganar el premio celestial que Dios nos llama a recibir por medio de Cristo Jesús…” Filipenses 3:13-14
La persona madura tiene la mirada puesta en la Corona de la Vida, en la Salvación eterna. Es lo más importante que tenemos en nuestra vida, no podemos poner jamás a nada ni a nadie por encima de ella. La familia es importante, los hijos, pero nada es más importante que mi Salvación, el saber que después de esta vida pasaré a la vida eterna, a estar con mi Señor por toda la eternidad.
La Biblia nos muestra la diferencia que habrá entre los que no serán salvos y los que sí lo serán. Unos irán al lago de fuego y azufre con la bestia, el falso profeta, los adúlteros y no habrá descanso sino tormento de día y de noche por toda la eternidad. En cambio, los que irán con el Señor Jesús a la Nueva Jerusalén descansarán a Sus pies eternamente.
La mayor inversión de una persona es la vida eterna. Todo lo demás está bien, pero pasa, y los maduros entienden eso, y buscan el blanco del premio mayor que es la Salvación.
Para morir basta con estar vivo. Piense.
“Todos los que ya poseemos una fe madura…”
Algunas traducciones dicen: “… todos los que somos perfectos…”, porque la persona que tiene una fe madura tiende a la perfección.
“… debemos pensar de esta manera. Si en alguna cosa ustedes piensan de otro modo, Dios les hará ver esto también” Filipenses 3:15
La persona que es madura es definida y llega hasta el fin, hasta la meta, para ganar el premio celestial que es la Salvación. ¿De qué sirve haber llegado hasta aquí y tirar la toalla? Busque a Dios, ponga su rostro en el piso y pida madurez, para tomar decisiones correctas, para vivir por la fe racional y no por el corazón, para no ver solo el comienzo, sino ir hasta el fin.
El diablo solo muestra el comienzo, el placer, la gloria, las luces. Si mostrara el final de lo que ofrece, la persona sabría que no lo lleva a nada bueno. Pero él lleva a la gente a muchas facilidades. En cambio, la Palabra de Dios muestra el fin:
“Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo”. Mateo 24:13
“Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición…” Mateo 7:13
Si la persona pensara antes de cometer un pecado cuál es el fin de eso, no lo cometería. La Biblia dice que Jerusalén cayó porque pecó y no pensó en su fin. Antes de hacer algo piense en qué dará eso.
La persona que es madura entiende esto, el Espíritu Santo dirige sus pensamientos, sus palabras.
La persona inmadura no es sincera, quiere agradar a unos y a otros, en cambio la que es madura dice la verdad le duela a quien le duela.
La Salvación es lo más importante que tenemos y es individual, allá Arriba no vamos a conocernos. Su matrimonio y su familia son importantes aquí en la tierra, allá Arriba son usted y Dios. Por eso la Universal trabaja, para que usted vaya a la Nueva Jerusalén.
Cuando pase por luchas, agradezca, porque son para que usted madure, y sepa que todo coopera para el bien de aquellos que aman a Dios.
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño” 1 Corintios 13:11
Le repito una vez más: la madurez espiritual no tiene nada que ver con el tiempo ni con la edad, sino que se trata de subir su nivel espiritual para discernir las cosas de Dios.
Piense en eso.
Dios le bendiga.