Su sobrina estaba al borde de la muerte
Viviana: “Mi sobrina de cuatro años estaba muy grave. Los médicos le declararon síndrome urémico hemolítico. Le iban a hacer diálisis y transfusión de sangre. La trasladaron hasta Buenos Aires en un avión sanitario porque la nena estaba muy mal.
Yo creía en Dios y Él tenía que hacer un milagro. Me acerqué a la clínica y usé el Lienzo de los Milagros, hicimos una oración por la sanidad de ella. Volví a casa creyendo que Dios podía hacer el milagro y así fue.
Al otro día la nena empezó a orinar por sus propios medios y no lo hacía con sangre. Al cuarto día de la internación, le dieron el alta y está completamente sana, todo para la honra de Dios”.
Usó el Lienzo y Dios hizo milagros
Mercedes: “Uno de mis sobrinos estaba jugando y de pronto ya no podía respirar. Lo internaron, le hicieron todo tipo de estudios y estaba conectado a un montón de aparatos. Lo iban a desconectar porque no mejoraba. Un familiar me avisó y le dije que iba a usar mi fe. Usé el Lienzo de los Milagros. El milagro sucedió, gracias al poder de Dios.
Otro sobrino fue atropellado, estuvo a punto de perder el brazo. Los médicos le iban a realizar cinco operaciones. Usé nuevamente el Lienzo, hicieron la primera operación y comenzó a tener sensibilidad. No necesitó las otras operaciones. Él está trabajando y hace una vida normal”.
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