Ella llegó a la Cadena de sanidad con fuertes dolores: “Hace mucho que me dolían las manos y las piernas. Las sentía pesadas, hacía más de un año. Fui al médico y me dijo que tenía artritis, hasta se me deformaron. Después de participar de la reunión y recibir la oración se me fue el dolor”.
Gladys fue sanada a través de la fe: “Tenía problemas en los meniscos, sentía mucho dolor. Hacía bastantes meses que sufría esto, el médico me había mandado a operar. Pero después de comer la Palabra, gracias a Dios, se me fue todo el malestar, estoy contenta”.
Alejandra: “Tenía dolor en el ciático, desde la cadera hasta el tobillo. Vine muy desanimada, hacía seis meses que estaba así. A veces no podía estar parada, tenía que sentarme de a ratos, no podía tolerar el dolor. Vine, creí en la Palabra y Dios me sanó, ya no me duele nada”.
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