El consumo de este tipo de alimentos reduce la mortalidad por enfermedad isquémica del corazón. De hecho, por cada ración diaria adicional consumida el riesgo de sufrir un infarto se reduce en un 5 por ciento, y hasta un 15 por ciento en el caso de las mujeres.
Desde el 2003, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la ingesta de medio kilo de estos alimentos, tanto frutas como vegetales, lo que equivale a entre 5 y 6 porciones.
La investigación europea incluyó más de 300.000 ciudadanos europeos reclutados entre 1992 y 2000, quienes al momento de participar debieron completar unos cuestionarios sobre sus hábitos alimenticios, su nivel de actividad física y los factores de riesgo cardiovascular (tabaco, índice de masa corporal, hipertensión, etc.). Este seguimiento se realizó durante una media de 8, 4 años, lapso en el que 1.636 personas murieron por patología isquémica del corazón.
Los expertos también encontraron que quienes consumían más cantidad de frutas y verduras tenían el siguiente perfil: eran mayores, con un índice de masa corporal superior, una mayor ingesta de energía total, menos bebedores, fumadores y deportistas y con una tensión arterial más baja.
Por países, se encontró que los países mediterráneos (España, Italia y Grecia), eran los que mayor consumo de frutas y verduras presentaban, con una media superior a las seis raciones diarias.
Pero la conclusión general, y más importante, es que con este estudio se confirmó lo ya conocido: que cuanto más rica sea la dieta en frutas y verduras, menor es la mortalidad por un infarto de miocardio.
Como se dijo, por cada ración adicional diaria de estos alimentos, el riesgo de fallecer por estas causas descendía un 5 por ciento, y en mujeres, esta reducción alcanzaba el 15 por ciento.
‘ Existe una vieja hipótesis que señala que varios micronutrientes antioxidantes presentes en frutas y verduras disminuyen el riesgo de enfermedad cardiaca reduciendo el riesgo de aterosclerosis provocado por el daño oxidativo’ , explicaron los responsables del gran trabajo, ‘ aunque varios ensayos clínicos realizados con estos nutrientes no han podido constatarlo’ .
‘ Debemos ser cautelosos a la hora de interpretar estos resultados porque no estamos seguros de si esta asociación entre frutas, vegetales y enfermedad isquémica del corazón se debe a algún otro componente de la dieta o al estilo de vida’ , ha señalado la principal investigadora, Francesca Crowe, de la Unidad de Epidemiología del Cáncer de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
De todos modos, las frutas y verduras deben ser siempre un pilar en cualquier régimen alimentario. Los resultados de este informe se publicaron en ‘ European Heart Journal’ .