“¡Que me bese con los besos de su boca! Porque mejores son tus amores que el vino.” Cantares 1.2
Antes de las distracciones que el mundo moderno trajo a nuestra sociedad, el vino tenía un significado muy importante. Él representaba alegría y satisfacción y era un elemento primordial en las fiestas y celebraciones. Hoy, tristemente, el vino se ha convertido en una bebida que muchos toman para olvidar sus problemas, perdió totalmente su significado, tanto es así que no es necesario nada especial para considerar un buen momento para tomarlo.
Para entender esta analogía bíblica, tenemos que recordar el significado original del vino. En el momento en el que el amor de Jesús es mejor que el vino, es decir, mejor que todo lo que le da alegría y satisfacción, mejor que las novedades, mejor que las celebraciones, que los días más felices de su vida … el amor de Él por sí solo es infinitamente mejor.
Por eso, cuando se conoce ese Amor, no se le cambia a Él por nada, como tristemente vemos suceder tan fácil en el medio cristiano … “Dejé mi fe a causa de una relación”, “dejé a Jesús porque tenía muchos problemas financieros” “Yo me enfrié en la fe porque no tenía tiempo para ir a la iglesia”, “Dejé la iglesia porque me escandalizé …”
Que no se compara con los vinos de ese mundo que vienen en forma de relaciones, amistades, dinero, redes sociales, viajes, riquezas, bienes materiales, carrera, hijos, casas, bolsos, etc.
En la fe del “Diga el débil: FUERTE SOY”.