Hermelinda: “Yo tenía a mi hija enferma de asma, desde los cuatro años era asmática. Un día ella tuvo una fuerte crisis y la llevé al sanatorio, entonces me dijeron que la llevara a mi casa. Justo se presentó la Hoguera Santa del Templo de Salomón, levanté mi sobre e hice mi sacrificio por ella. Hoy ella está sanada, está libre, no tienen ninguna enfermedad. Las pastillas que tomaba ya no las toma más. Y también hace cuatro años que yo estaba desempleada, pero gracias a Dios con el sacrificio que hice, tengo el trabajo que yo quería, así como yo pedí. Dios me respondió y ahora estoy feliz”.
Liliana: “Yo participé de la Hoguera Santa del Templo de Salomón por una vida económica digna porque no tenía trabajo y el lugar donde vivía era muy feo, no era digno para una hija de Dios. Al tercer día de levantar el sobre, Dios me proveyó un trabajo, por lo tanto generé mi sacrificio. Participé de la Hoguera Santa, sacrifiqué y en el transcurso de la misma recibo un llamado telefónico de Entre Ríos, de un familiar, avisándome que era acreedora de una herencia de las tierras de mi abuelo y una casa. Consta de varias hectáreas de tierra y una casa digna donde vivir y todo esto fue gracias a la Hoguera Santa en el Templo de Salomón”.
Analía: “Yo participé de la Hoguera Santa del Templo de Salomón cuando mi hijo tuvo un accidente y quedó internado, estaba en coma, en terapia intensiva. Los médicos no nos daban posibilidades de vida, su estado era verdaderamente crítico. Ahí fue cuando concurrimos a la iglesia por primera vez totalmente desesperados, con mi marido le hablamos al pastor, le contamos nuestra situación y él nos habló de la Hoguera Santa. Nos dijo si queríamos sacrificar y nosotros dijimos que sí, entonces, nos dio un sobre y nos dijo que fuéramos y colocáramos el sobre en el cuerpo de nuestro bebé con mucha fe. Lo hicimos y sacrificamos por él con mucha fe. Al día de hoy mi bebé se encuentra sanado, no tiene nada, no tiene ninguna secuela gracias al sacrificio y a la Hoguera Santa”.
María Elena: “Participé de la Hoguera Santa en el Templo de Salomón por un sueño de mi hija, ella no podía quedar embarazada. Hace quince años que lo intentaba y sufría muchísimo porque tenía a sus sobrinos pero no tenía un hijo propio. Cuando levanté el sobre de la Hoguera Santa, esa semana se sentó delante de mí llorando y me dijo que no iba a poder tener su bebé. Como se puso muy mal, la miré y le dije que estábamos en un propósito de fe muy grande y que ella tenía que tener fe y confianza en Dios porque sí iba a tener un bebé. Cuando fue al médico, antes de que termine la Hoguera Santa, le dijo que podía ser un embarazo leve. Yo le dije o estás o no estás embarazada. Como para Dios no hay nada imposible, entonces mi hija fue a hacerse los estudios otra vez, le dieron positivo y se cumplió su sueño, Dios me respondió antes de que termine la Hoguera Santa y estamos muy felices”.
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