Carolina Dávalos: “A los cuatro años sufrí el primer intento de abuso. Alrededor de los seis años comencé a pensar que nadie me quería. A esa edad quise matarme con el arma de mi papá. Me puse el revólver en la cabeza, pero pensé en mi familia.
A los 10, sufría bullying en la escuela, eso aumentó la inseguridad, me volví rebelde. A los 12 tuve otro intento de abuso, pero mi familia no me creyó. Llegué a pensar que no servía para nada. Quise llenar mi vacío yendo a boliches, fumando, tomando alcohol y usando marihuana. Me decían que me haría olvidar, aunque seguía pensando en matarme. Tenía pesadillas todas las noches: soñaba que me venían a buscar para asesinarme.
Estaba en una relación y quedé embarazada, pero mi familia me llevó a abortar. La depresión empeoró. No me levantaba de la cama, no tenía motivos para existir. Terminé con mi pareja, conocí gente nueva, las fiestas electrónicas y drogas más fuertes. No me importaba nada. Había días que ni me bañaba.
Me vi perdida, pero no sabía a quién pedirle ayuda. Hice lo posible para dejar de consumir por mi cuenta, pero me dio un brote psicótico.
Me trataron psiquiatras, tenía que estar medicada de por vida. Me llevaron a diferentes lugares y terminé en la Universal. Tuve que creer en el Dios que me presentaron. Con el tiempo, pude salir de las adicciones y de la depresión.
Reconstruí la relación con mi familia. Tengo razones para vivir porque el Señor llenó mi vacío. Conocí la felicidad, solo el Espíritu Santo pudo hacer eso por mí”.
Participe este viernes a las 12 h en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más cercana a usted. Haga clic aquí y vea las direcciones de la iglesia.
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