Silvana Santillán y Gastón Rybier lograron salvar su matrimonio gracias a la fe que descubrieron en la Universal. Hoy ellos se valoran, llevan 24 años de casados y cada día viven un matrimonio renovado.
“Llegué a la iglesia depresiva porque tenía muchos problemas, mi hijo estaba enfermo, yo también, todo me caía mal y los médicos no me encontraban nada. Recuerdo que vivía de apariencia, me mostraba siempre alegre, divertida, pero al llegar a casa era una persona diferente. Descargaba toda mi furia con mi marido, cuando él regresaba del trabajo yo me transformaba”, cuenta ella.
Ella siempre fue una mujer muy insegura y triste. Cuando se casaron, tenían muchas ilusiones de ser felices, sin embargo, la depresión hizo que la relación enfrentara momentos difíciles. “Un día me di cuenta de que nada me hacía feliz, ni mi marido, ni la familia que habíamos construido con amor. Pensaba en acostarme y no levantarme nunca más”, destaca.
Su mamá la invitó a la Universal, le dijo que le iba a hacer bien y ella fue a buscar a Dios. “Cuando llegué, me costó creer que tantos años de sufrimiento se pudieran terminar. Estaba acostumbrada a lo que había vivido. Participé de las reuniones, fui aprendiendo a creer en mí, Dios me transformó, pero hubo un problema en mi matrimonio que puso a prueba el amor que nos teníamos. El matrimonio venía mal, ya no le prestaba atención a mi marido y debido a que no lo cuidé, él me fue infiel con una cajera del supermercado en que es gerente. Me costó perdonarlo, pero tuve que reconocer que también fue por culpa mía. Gracias a Dios hoy somos un matrimonio unido, tengo equilibrio para no descuidar a mi amor”, afirma ella y Gastón agrega “en el 2002 yo trabajaba en un supermercado, en la parte gerencial y estaba muchas horas lejos de mi familia. Fui conociendo otra gente y una señorita terminó relacionándose sentimentalmente conmigo. Mi esposa lo descubrió y se nos vino el mundo abajo, traté de pedirle perdón y me fui. Cuando quise recuperar a mi familia, recurrí a Dios y así nuestro matrimonio fue restaurado”, afirma entre lágrimas.
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