Durante mucho tiempo, Micaela vivió atrapada en el estrés, las inseguridades y los conflictos familiares. A continuación, comparte cuáles fueron los desafíos que tuvo que enfrentar y las decisiones que debió tomar para sanar sus relaciones.
“Siempre trabajé con mi esposo en negocios de compraventa de muebles, pero tenía conflictos porque vivía nerviosa y estresada. Eso traía problemas en la familia, no había diálogo en la pareja y tenía discusiones con mis hijos. Eso hacía que llorara por las noches, me sintiera deprimida y no pudiera dormir. Dependía mucho de las pastillas.
Además, tenía distintos vicios. Consumía dos paquetes de cigarrillos por día, tomaba alcohol y me gustaba jugar a los videojuegos, me entretenía mucho con eso, me distraía de los problemas, pero no era la solución.
Me burlaba y me reía de las personas. Así, tapaba mis complejos. Me veía inferior a las demás mujeres. Por eso, le hacía escenas de celos a mi esposo, sin motivos.
Mi esposo me decía que cambiaría y le decía: ‘Si no te gusta, te podés ir’. Eso generaba discusiones y no hablábamos durante una semana. También me enfadaba con mis hijos, aunque no tuvieran la culpa.
UN NUEVO AMOR
Hasta que un día mi esposo me invitó a asistir a la Terapia del Amor. Allí recibí ayuda y contención. Esas reuniones me ayudaron a crecer como persona. Como mujer, me sentí valorada, me enseñaron acerca de la importancia de mi vida espiritual, que estaba descuidada.
Le pedí a Dios que me transformara para dejar de ser nerviosa y vi los resultados. Cambié como esposa, madre, hermana y como hija. Le pedí perdón a mi mamá y saqué el rencor de mi interior. Dejé de ser celosa, de odiar a las personas y de culparme.
Hoy doy gracias a Dios porque tengo una familia transformada y sé cómo llevar adelante un hogar con hijos adolescentes.
Él me ayuda y me da entendimiento. Con mis amigos, él me dice: ‘Mi amiga sos vos’. Eso me pone contenta porque antes solo recibía palabras negativas.
Tengo gozo, alegría, por lo más importante que recibí fue el Espíritu Santo. Ahora sé cómo resolver las distintas situaciones en mi familia, en los negocios. Estoy construyendo mi casa, tengo más clientes y mi vida espiritual fue transformada. Por eso, invito a las personas a que vayan a la Terapia del Amor, porque allí aprenderán cómo construir una familia”.
¿Sabías que es posible reconstruir un hogar destruido, restaurar la vida sentimental y sanar las heridas del corazón?
DESCUBRÍ LAS HERRAMIENTAS DEL AMOR INTELIGENTE
JUEVES A LAS 20 H, Otros horarios: 8, 10, 12, 16 H
Micaela asiste a la Iglesia Universal ubicada en Cesquín 2744, Ingeniero Budge, Bs. As.