Usted, mujer, ¿ya terminó alguna relación después de descubrir una mentira de su compañero? ¿O hizo la vista gorda ante determinadas situaciones y comportamientos negativos, aparentemente pequeños, que fueron creciendo y, más tarde, se arrepintió, porque su compañero la traicionó, la dejó o simplemente actuó de mala fe?
Infelizmente, hay muchas mujeres en esa situación, sin embargo, están las que no aceptan convivir con la mentira o el engaño y, ante el primer desliz, tiran todo por los aires, sin dejarse llevar por el sentimiento o por el tiempo de relación.
Eso le sucedió a la modelo rusa Irina Shayk, de 29 años, que hasta hace no mucho era oficialmente la novia del jugador de fútbol portugués Cristiano Ronaldo, de 30 años, del Real Madrid. Estuvieron juntos durante cinco años. Pero ella descubrió que él se la pasaba intercambiando mensajes por celular con otras mujeres. Irina dijo que se sintió traicionada y, por eso, le puso un punto final a la relación.
Pero no todas las mujeres tienen ese mismo coraje y prefieren mantener la fantasía y negar la realidad. Ese autoconvencimiento provoca sufrimiento a mediano y largo plazo. Es necesario parar y tener una conversación franca cara a cara con la pareja. A fin de cuentas, o construimos una relación basada en la verdad o no será posible continuar con mentiras.
El amor también sacrifica
Nélida cuenta su experiencia en la Hoguera Santa: “Decir que mi vida era un desastre es quedarse corto. Me había casado muy enamorada, compramos nuestra casa a pagar, pero ese enamoramiento duró dos meses. Él empezó a llevar una vida de soltero, se iba a bailar con los amigos y cuando volvía, peleábamos y nos agredíamos físicamente. Decidí separarme e irme de casa. Tiempo después me buscó para decirme que iba a cambiar, pero descubrí que se drogaba. Perdimos el trabajo, yo por la depresión y él por su adicción. Consecuentemente no pudimos pagar más la casa y la perdimos, no teníamos donde ir a vivir. A pesar de que me decían que me separe, yo no quería dejarlo.
Fuimos a vivir de prestado a un terreno, armamos una casilla con madera y cartón. Para colmo, empecé con problemas de salud. El médico me detectó un tumor maligno. Me operaron y nos dijeron que me quedaban tres meses de vida. No servía como esposa, mi marido me deseaba la muerte, éramos muy infelices.
Me invitaron a la Universal y como no tenía nada que perder, fui. Escuché hablar de la Hoguera Santa y, sin entender demasiado de qué se trataba, participé. Salí a la calle a generar mi sacrificio. Lo presenté en el Altar y paulatinamente comencé a sentirme mejor. Volví al médico, me hizo nuevos estudios y gracias a Dios no salió nada, me había curado. Mi esposo empezó a participar conmigo, dejó la droga y empezamos a luchar juntos. Conseguimos trabajo, compramos la casa, autos, tenemos también departamentos en alquiler y en la Hoguera Santa del Templo de Salomón conquistamos un 0 km. Hoy en día somos un matrimonio feliz y no nos falta nada”.
Todos los jueves a las 16 y 20 h te esperamos en la Terapia del amor, Av. Corrientes 4070, Almagro.
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