“En la adolescencia empecé con pesadillas, miedo a dormir con la luz apagada y miedo a tener la puerta cerrada, todos lo tomaban como algo normal, entonces me sentía atrapada en esa situación. Las pesadillas eran terribles, sentía que no me podía mover, no podía hablar y veía sombras que me hablaban. Pasaron los años y yo intentaba ser feliz, pero fracasaba”, relata Cristina.
Ella intentaba ser feliz, por eso apostaba al amor. Se casó, pero no iba bien su matrimonio porque su marido era agresivo, ya desde el noviazgo había señales de que no funcionaría. “Yo quería ser feliz, pero no elegía con inteligencia. Al mes y medio de casados, mataron a mi esposo en un enfrentamiento, mi vida se destruyó en un momento. Mi sueño se destrozó, sentí que todo por lo que había luchado se había destruido y entré en depresión. Ya había perdido un bebé, eso terminó de destrozarme, pensaba en morir pero no tenía valor para quitarme la vida”, afirma.
Años después ella decidió formar una familia. Su actual marido tomaba, pero ella minimizó ese hecho y siguió adelante. Vinieron los hijos y la miseria se instaló en la familia porque los problemas económicos se agravaban por el desempleo de su esposo.
“Decidí soportar el alcoholismo y las agresiones verbales de mi esposo porque había luchado mucho para formar una familia. No reconocía que estaba mal, todos me veían como una mujer que había logrado metas, pero yo estaba muy mal. Mi marido fue invitado a la Universal por sus padres, como él notó que ellos cambiaron, se acercó a la iglesia y me invitó. Yo creía en Dios a mi manera y no reconocía que necesitaba ayuda”, destaca y agrega que “me di cuenta de que necesitaba luchar por mis hijos, que también sufrían perturbaciones espirituales y vivían enfermos. Cuando entendí que Dios podía cambiarme interiormente, me entregué a Él por completo. Hoy soy otra persona, sé que tengo el apoyo de Dios para todo. Mi esposo cambió, tenemos proyectos, nos gusta estar juntos, aprendimos a criar a nuestros hijos, a tener comunicación. Dios cambió nuestras vidas completamente”.
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