Mercedes: “A los 15 años empecé a padecer trastornos digestivos. Pasaron los años y se me hizo una úlcera gástrica. También me encontraron una bacteria, la Helicobacter pylori, hacía los tratamientos, pero no pasaba nada. Sufría sinusitis crónica, de noche casi no podía respirar, estuve muchos años así.
Con los años, empecé a tener dolores en los brazos, en las piernas, en la columna, contracturas en el cuello y dolores de cabeza de día y noche, era reuma crónico, no tenía cura.
Me sentía una inútil, me desplazaron de mi trabajo porque no podía cumplir mis tareas por mi estado de salud. Eso me llevó a tener crisis de pánico. Al principio eran una vez cada quince días y después aumentaron a tres veces por semana. No veía una manera de salir de la situación en la que me encontraba.
Se volvió normal que me sacaran de mi casa o de mi trabajo en ambulancia, era muy humillante.
Estaba endeudada y sentía que no servía para nada. No quería vivir así, muchas veces le pedí a Dios que me llevara, no soportaba ser una carga para mi familia.
Hasta que vi la programación de la Universal en televisión y decidí venir. No sé cómo hice para llegar en el estado que estaba.
Ese día recibí la contención necesaria y empecé a participar de la Cadena de Sanidad por mi salud. Creí que a través de la fe sería curada. Al poco tiempo, comenzó la Hoguera Santa y decidí hacer mi voto. Al mes siguiente, traje una bolsa con las 18 pastillas que tomaba por día. Después de ese día ya no necesité tomar ni siquiera una aspirina. Todas las enfermedades desaparecieron, estoy como nueva. Volví a trabajar y todos se quedaron sorprendidos al verme. Hace diez años que no tomo ningún medicamento. Además, cancelé las deudas al poco tiempo. Lo que puse en el Altar no se compara con lo que Dios hizo en mi vida”.
Martes a las 8, 10, 12, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico, como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedro de la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
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