“Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.” Provérbios 8:36
Cuando alguien peca contra Dios es como si apuñalara o acabara con su propia vida, pues la desobediencia al Señor hace que la personase convierta en un muerto viviente en este mundo, ya que ella murió espiritualmente.