Durante esta semana, publicaremos fragmentos del libro “Mujer V” de Cristiane Cardoso, para que sirva de reflexión
Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas.
(Proverbios 31:15)
No es fácil levantarse cuando aún es de noche afuera. Sientes que todavía no es hora de levantarse, como si estuvieses luchando contra el sentido común, cuando la almohada te abraza tan perfectamente, el colchón confortablemente se ajusta a tu cuerpo y el acolchado te mantiene calentita… pero son las seis de la mañana y sabes que, si no te levantas rápido, las cosas no estarán listas a tiempo. No importa si el cuarto esta frío o si tu cuerpo no quiere comenzar el día, tu cabeza quiere.
La Mujer V es disciplinada. Ella sabe que sino organiza su tiempo adecuadamente, las cosas quedarán pendientes. Por eso ella se levanta temprano y no pierde el tiempo con “buenas” sensaciones pasajeras. Su cuerpo no controla su día, y sí su mente.
La Mujer V de Proverbios 31 también tenía empleadas y podía haberse dado el lujo de dormir hasta tarde… pero es interesante notar que, a pesar de tener personas para conseguir alimento para su familia, ella tomó para sí la responsabilidad. Era su obligación, era algo que le correspondía a ella, y para que todo fuese bien, ella tenía que hacerlo. Ella no preparaba el alimento apenas para su familia, sino también para sus empleadas. ¡Qué mujer increíble!
Estoy segura de que ella siempre pensaba: “si quieres que una cosa esté bien hecha, hazlo tú misma”. Las cosas nunca salen exactamente como queremos cuando delegamos nuestras responsabilidades a otros. Eso es un hecho. Pero tú tampoco puedes hacer todo sola. Eso también es un hecho. Y es ahí que entra la disciplina.
¿Qué es la disciplina sino una forma de lidiar con la vida de una forma más organizada?
Acuérdate de cómo eran las cosas en la escuela. Había un director, una directora, profesores, la sala de profesores, la sala de clase, el gimnasio, el comedor y el patio. También había un timbre que servía para avisarnos cuando debíamos entrar a clase o cuando era recreo. Todo ese sistema fue creado para enseñarnos a tener disciplina desde chicos. Teníamos miedo del director y evitábamos ser enviados a su sala. Teníamos que ver la sala de profesores como un territorio fuera de nuestro alcance y nos gustaba cuando salíamos al patio a jugar. Comíamos en el comedor, no en el aula o en el gimnasio, pues sabíamos que estos lugares eran para las clases. Escuchábamos a los profesores por la posición que tenían sobre nosotros.
Es así que funciona la disciplina. Todo está en su debido lugar con un propósito. La Mujer V tenía empleadas para hacer las cosas que ella no podía, pero, aun así, era ella quien mantenía el control de su casa, al contrario de muchas madres hoy en día, que dejan que sus hijos sean criados por la niñera. Yo concuerdo plenamente en que las niñeras son necesarias, pero… ¿para criar a tus hijos? Eso no está bien.
Tú no necesitas quedarte el día entero en casa para criar un hijo, pero el poco tiempo que pasas en casa debería ser el suficiente para darle amor, cariño, comprensión, importantes lecciones de vida y todo aquello que hace parte de una buena educación.
Cuando una mujer es disciplinada, ella sabe lo que es importante en la vida. Nada está antes que sus prioridades. Me acuerdo de una madre que vino a mí llorando por un arrepentimiento que cargaba durante muchos años. Era demasiado tarde para cambiar la situación. Sus hijos ya habían crecido, y la odiaban por las frustraciones que ella derramaba sobre ellos durante el poco tiempo del día en el que estaban juntos cuando eran niños. Ella pensaba que les estaba haciendo un favor al trabajar duro como madre soltera, pero en realidad los estaba alejando. Por un tiempo, buscó un hombre que les pudiese dar un poco de estabilidad en casa, pero todas esas relaciones hicieron que ellos se hartasen de ella aún más.
Todo lo que ella necesitaba era disciplina. Ella podría haber trabajado duro y ser disciplinada con relación a su tiempo. Podría haber buscado un compañero y, al mismo tiempo ser disciplinada. Podría haber reprendido a sus hijos de manera disciplinada.
Todo en la vida requiere de disciplina. Mire los animales, la naturaleza y el propio tiempo. ¿Por qué no seguimos esa regla que es la más básica en la vida?
Extraído del capítulo “Ella es disciplinada”, del libro “La Mujer V – moderna a la moda antigua”, de Cristiane Cardoso