En la Biblia no hay muchos relatos sobre quién fue Asenat, esposa de José (Génesis 41:45). Se la citada solamente como una mujer del futuro rey de Egipto y que tuvo dos hijos, llamados Manasés y Efraín (Génesis 41:50-52).
Debido a su origen, algunos estudios indican que ella tal vez fuese una sacerdotisa idólatra, sin embargo, debe haber aflorado su fe en Dios junto a José, ya que permitió que su marido nombrase a sus hijos según las experiencias de él con Dios.
Ella fue persistente
Con seguridad, ella pasó con José toda la fase de gobernador de Egipto, pues le fue dada como su mujer después de que fuera nombrado por el Faraón (Génesis 41:42-45).
¿Y cuántas mujeres desisten de sus maridos cuando ellos tienen un cargo importante, un trabajo de confianza?
Las mujeres de este siglo se han olvidado que Dios hizo que ellas estén al lado de sus maridos, apoyando e incentivando sus actividades.
¿Ha sucedido que el sentimiento de egoísmo ha hablado más alto que el amor, que el compañerismo?
¿Qué ha hecho usted, para ayudar en la vida profesional de su marido? Lo ha desmotivado y abandonado o estuvo a su lado en los buenos y en los malos momentos, como lo hizo Asenat?
Sea una mujer sabia, que edifica la casa, y no destruya aquello que es precioso (Proverbios 14:1).