«Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes. También les refirió una parábola, diciendo: La tierra de cierto hombre rico había producido mucho. Y pensaba dentro de sí, diciendo: “¿Qué haré, ya que no tengo dónde almacenar mis cosechas?”. Entonces dijo: “Esto haré: derribaré mis graneros y edificaré otros más grandes, y allí almacenaré todo mi grano y mis bienes. Y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes depositados para muchos años; descansa, come, bebe, diviértete”. Pero Dios le dijo: “¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?”. Así es el que acumula tesoro para sí, y no es rico para con Dios». Lucas 12:15-21
¡Necio! Esta misma noche te reclaman el alma; y ahora, ¿para quién será lo que has provisto?
Compartir.
Facebook
Correo electrónico
Telegram
WhatsApp
Twitter
Previous ArticleSe acerca la Vigilia de Año Nuevo: «Mi Familia de manos tomadas»
Next Article Nadie puede servir a dos señores
Blogs relacionados
Añadir un comentario