¿Qué diferencia hay entre morir ahora o después, teniendo 20 o 100 años, para quien está salvo?
¡Para los que viven en el Altar, y por eso están salvos, no hay ninguna diferencia!
¡Para ellos, habrá nuevos cielos y una nueva tierra!
Ninguno de los recuerdos vividos en esta vida, sean buenos o malos, será llevado con los salvos.
Porque, ¿de qué serviría todo nuevo con viejos recuerdos?
Por esta razón, para el salvo no hay diferencia en irse hoy o mañana, él sabe que no se llevará nada, ni siquiera la memoria.
“Porque he aquí que Yo crearé nuevos cielos y nueva tierra; y de lo primero no habrá memoria, ni más vendrá al pensamiento.” Isaías 65:17
Pero no podemos decir lo mismo de los que no están en el Altar.
Para ellos, habrá recuerdos de todo lo que fue vivido en esta vida (Lucas 16:28), principalmente la memoria de las oportunidades perdidas de entregarse en el Altar.
La entrega de la vida en el Altar es:
Que yo deje de hacer mi voluntad, para hacer LA VOLUNTAD DE DIOS.
Saber QUE LOS PENSAMIENTOS DE DIOS están por encima de mis pensamientos.
Vivir conforme a LA PALABRA DE DIOS.
Estar muerto para este mundo.
Ya que no habrá recuerdos de lo que vivimos aquí, POR MEJORES QUE SEAN…
… Entonces vamos a aprovechar este corto tiempo de vida para ganar almas.
¡CLARO QUE ESTAMOS HABLÁNDOLE A LOS QUE ESTÁN EN EL ALTAR!
Obispo Djalma