La preocupación por la apariencia es un problema que afecta a personas cada vez más jóvenes. Ni los niños escapan de la presión de los rígidos estándares de belleza. Un estudio británico divulgado en octubre reveló que niñas de 7 años ya sienten vergüenza de su propia apariencia. Una de cada cuatro jóvenes entre 7 y 10 años afirma que se siente presionada para tener un cuerpo “perfecto”.
Más de un tercio de las niñas de 7 a 10 años afirman que fueron inducidas a creer que la apariencia era su atributo más importante y el 38% piensan que no son “lo suficientemente bellas”. La investigación indica que solo el 61% de ellas están felices con su propia imagen. La encuesta fue realizada por la organización Girlguiding a 1627 jóvenes de entre 7 y 21 años.
Cosificación
El informe indica que el bajo nivel de confianza tiene origen en la explotación de la imagen de la mujer en los medios y en la transformación del cuerpo femenino en objeto. Otros factores que contribuyen a esto son el acoso en las calles y el abuso sexual online.
“El estudio de este año demuestra el impacto chocante que el enfoque en la apariencia está teniendo en las muchachas más jóvenes de la sociedad”. Dijo BeckyHewitt, directora de Girlguiding, en una entrevista al periódico TheGuardian. “Las niñas nos pidieron que dejáramos de juzgarlas por la apariencia. Todos los días ellas nos inspiran con su bravura, sentido de aventura y bondad. Les pedimos a todos que les muestren a las niñas que ellas son valoradas por lo que son – y no por lo que parecen”, completó Becky.
El valor de una mujer
Medir el valor de una mujer por su apariencia puede tener consecuencias devastadoras para la sociedad. El juicio basado en la imagen hace que muchas jóvenes sacrifiquen la propia salud para poder encajar en modelos casi imposibles de alcanzar. La preocupación por la apariencia acorta la infancia y les roba a los niños el derecho de jugar y divertirse. El descontento por la propia imagen puede destruir la autoestima e impedir que esas muchachas realicen sueños debido a la inseguridad.
Ayude a un niño
Pero, ¿cómo combatir el problema? El primer paso es enseñarles a pensar sobre el verdadero valor de las personas. Además, es importante que cada ser humano valore lo que realmente importa. Un caluroso abrazo, un hombro amigo y una conversación divertida valen mucho más que tener un “cuerpo perfecto” o ropa de moda. Elogiar actitudes y comportamientos es otro desafío. ¿Cuántas veces usted felicitó a un niño por su inteligencia en vez de decirle que era lindo? Combatir el culto a la apariencia es una tarea que exige reflexión y sentido común. Por eso, la próxima vez que usted piense en hacer un comentario sobre la belleza de una niña, ¿qué le parece si lo reemplaza por un elogio a la personalidad de la misma?
[related_posts limit=”17″]