“Mi marido es adicto a los juegos del Facebook. Apenas llega del trabajo se va a sentar inmediatamente al sofá para jugar y quiere todo servido. Ya nos peleamos mucho y realmente no sé qué más hacer. Él dice que estoy equivocada en quejarme. Estamos juntos hace 4 años y tenemos un bebe de un año y dos meses. ¡Incluso se pone malhumorado por eso! Prefiere más a los juegos que a mí.”
Amiga:
Silvana, vamos a cambiar de táctica. ¿Qué tal si paras de reclamar? Pues eso no te ha ayudado, al contrario, él termina enojándose contigo y no viendo su propio error. Cuando él llegue a tu casa, recíbelo con un beso y una sonrisa en tus labios. Hazle una cena especial y arréglate para estar bien bonita. Haz esto cuantas veces puedas, sin ninguna queja.
Pronto, cuando menos lo esperes, él se va a sentir mal por no darte nada a cambio y va a cambiar. Este es uno de los poderes invisibles de la mujer. ¡Solo quien lo usa, sabe lo eficaz que es! El problema es que la mayoría piensa que eso es ser tonta – pero tonta es aquella que continua usando la misma táctica, incluso aunque esta nunca funcione.
(*) Pregunta respondida por Cristiane Cardoso.
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