Bárbara y Ariel: “A los 17 años comencé con cigarrillos, después agarré la marihuana, la cocaína y también el alcohol”, recuerda ella.
Ariel también pasó por situaciones que lo marcaron: “Estuve 29 años metido en las drogas. Del cigarrillo pasé a la marihuana, después conocí el alcohol, las pastillas y la cocaína. Me enfermé de VIH, quise suicidarme, primero con un arma; después, agarré la soga del perro, para ahorcarme. Conocí a Bárbara y así pasamos años, llegué a pesar 42 kilos”.
Ella estaba atrapada: “Conocí a mi esposo, cuando estábamos drogados todo era perfecto. Había sufrido tanto, que me dolía estar consciente. No comía, no me bañaba, era una esclava, llegué a pesar 30 kilos y tenía VIH. Intenté matarme tomando pastillas y traté de ahorcarme. Hasta que vimos el programa de la Universal.
Fui a la Iglesia, desde el primer día pude dormir, comer y no tuvimos la necesidad de volver consumir. Me ayudaron a pensar y a actuar de una manera distinta”.
Él también encontró una salida: “Con la fe puesta en Dios me levanté y aumenté 20 kilos, todo fue para mejor”.
“No hay palabras para describir la felicidad que vivimos. El amor renació, me entregué y noté todo el mal que hacía y que me hacía. Además, determiné que iba a ser sanada”, comenta Bárbara.
“Prosperamos con el emprendimiento. Ya no hay discusiones. Hicimos un voto y dejamos todo en manos de Dios, fuimos a hacernos los estudios y ya no tenemos VIH. Busco al Espíritu Santo, estoy agradecido”, finaliza Ariel.
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