Vivimos en días de extrema competición. Las empresas luchan para reducir costos y al mismo tiempo aumentar la productividad. Solo que, cuando esa exigencia no es administrada de manera eficaz, el desempeño del equipo cae, luego el estrés y otras dolencias de la modernidad ganan espacio. Por esto, es necesario saber cómo lidiar con esa realidad de una forma positiva.
En primer lugar, es necesario entender que la presión es algo normal. “Todas las empresas buscan un resultado positivo en el área financiera, siendo así, es fundamental el planeamiento y él debe tener fechas para cumplir. La presión en cualquier trabajo es esencial, lo que puede cambiar es cómo lidia cada empleado con su organización profesional” explica la consultora y conferencista en el área de administración de personas y carreras Tarsia González.
Entonces, si usted es empleado y ha sufrido por causas de las exigencias de su jefe, esté atento a algunos consejos para convivir con eso. “Existen algunos puntos de atención para que el trabajador aprenda a superar la presión del día a día, como estar siempre al día con la salud emocional y mental, tener una calidad de vida que le dé condiciones para responder las necesidades del mercado, tomarse vacaciones anualmente, tener buenas noches de sueño y buena alimentación, saber planear en todos los aspectos para tener éxito en sus demandas y tener sabiduría para lidiar con el mundo de los negocios”, detalla la especialista.
Si después de todo eso todavía se siente presionado, es importante saber pedir ayuda. La presión puede estar pasando los límites cuando percibe que por más que se organice no logra solucionar los problemas. En este momento es necesario revisar los procesos para identificar si la presión del mercado es mayor porque hubo un aumento del consumo, si existen pocas personas para ejecutar las tareas o si usted no tiene la estructura necesaria para desarrollar su trabajo.
Tarsia resalta que no hay ningún problema en que converse con su superior sobre el exceso de la demanda. “Pedir ayuda nos hace más humanos y más capaces de enfrentar situaciones de crisis, de conflicto y nos hace crecer. En un mundo en el que todos quieren ser el mejor, saber pedir ayuda es algo para las personas verdaderas y que realmente saben que al final somos todos iguales. Entonces, si esto sucede con usted, mantenga la calma. Cree un plan de acción con su administrador y manos a la obra”, dijo.
Los empresarios
En el mercado actual, la transparencia y los posicionamientos estratégicos deben estar claros para las empresas, los administradores y los empleados. La consultora recuerda que el mercado dicta la velocidad de las empresas, y la forma de lidiar con la presión depende del momento económico que cada país está pasando. “El empresario tiene que estar listo para trabajar a velocidad normal y, si es necesario, tener repuestas rápidas. Para lidiar con los cambios ‘de presión’ en el trabajo, por momentos normal, por momentos más activa, se debe buscar entender lo que pasa en su empresa y adoptar una comunicación clara y directa”, orienta.
Como empresaria y administradora, la especialista prefiere cambiar la palabra presión por plazos. “Estos sí son muy positivos, una vez transmitidos a todo el equipo, de una forma transparente, hace que todos perciban sus necesidades y su importancia en los resultados de la compañía. Por eso, es fundamental oír todo el tiempo, reconocer los talentos individuales y unir cada uno de ellos con la necesidad de la empresa. En tiempos de crisis, para buscar una productividad máxima, es importante tener grupos fuertes y colaboradores y trabajarlos para que estén siempre motivados y satisfechos. De esta forma, ellos no perderán la productividad necesaria”, aconseja.
Los resultados
“Las empresas necesitan a sus clientes. Sin embargo, la base de todo son las personas que realizan los servicios necesarios. Estamos viviendo en un mundo en transformación, en el que todos tienen el mismo objetivo y, para alcanzarlos, necesitamos crear dentro de cada empresa una única fuerza para enfrentar este momento difícil”, concluye Tarsia.
La agilidad exigida por el mercado, sumada a las necesidades de crecer en la carrera, hace con que los profesionales tengan que alcanzar objetivos y metas en un tiempo más reducido. Pero no se deje consumir por ese mercado. El profesional exitoso es aquel que tiene equilibrio. Después de todo, ¿de qué sirve tener la cuenta corriente repleta de dinero y el corazón lleno de soledad y depresión?
¿Quiere aprender a enfrentar las dificultades del mercado de trabajo y ser una persona vencedora? Entonces no se pierda el Congreso para el Progreso, que se realiza todos los lunes a las 8, 10, 16 y 20h, en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070 – Almagro. Para encontrar la Universal más cercana ingrese aquí.
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